jmm00044
17 mayo 2011, 18:38
Eduardo Galeano: Bibliografia
http://i1127.photobucket.com/albums/l625/jmm00044/nuevo/galeano.gif
Y nos cansamos de andar vagando por los bosques
y las orillas de los ríos.
Y nos fuimos quedando. Inventamos las aldeas y la vida en comunidad, convertimos el hueso en aguja y la púa en arpón, las herramientas nos prolongaron la mano y el mango multiplicó la fuerza del hacha, de la azada y del cuchillo.
Cultivamos el arroz, la cebada, el trigo y el maíz, y encerramos en corrales las ovejas y las cabras, y aprendimos a guardar granos en los almacenes, para no morir de hambre en los malos tiempos.
Y en los campos labrados fuimos devotos de las diosas de la fecundidad, mujeres de vastas caderas y tetas generosas, pero con el paso del tiempo ellas fueron desplazadas por los dioses machos de la guerra.
Y cantamos himnos de alabanza a la gloria de los reyes, los jefes guerreros y los altos sacerdotes.
Y descubrimos las palabras tuyoy mío y la tierra tuvo dueño y la mujer fue propiedad del hombre y el padre propietario de los hijos. Muy atrás habían quedado los tiempos en que andábamos a la deriva, sin casa ni destino. Los resultados de la civilización eran sorprendentes: nuestra vida era más segura pero menos libre, y trabajábamos más horas.
26 Textos Tamaño total:10.8 MB
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***
zip (2.56 MB)
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***
http://i1127.photobucket.com/albums/l625/jmm00044/nuevo/galeano.gif
Y nos cansamos de andar vagando por los bosques
y las orillas de los ríos.
Y nos fuimos quedando. Inventamos las aldeas y la vida en comunidad, convertimos el hueso en aguja y la púa en arpón, las herramientas nos prolongaron la mano y el mango multiplicó la fuerza del hacha, de la azada y del cuchillo.
Cultivamos el arroz, la cebada, el trigo y el maíz, y encerramos en corrales las ovejas y las cabras, y aprendimos a guardar granos en los almacenes, para no morir de hambre en los malos tiempos.
Y en los campos labrados fuimos devotos de las diosas de la fecundidad, mujeres de vastas caderas y tetas generosas, pero con el paso del tiempo ellas fueron desplazadas por los dioses machos de la guerra.
Y cantamos himnos de alabanza a la gloria de los reyes, los jefes guerreros y los altos sacerdotes.
Y descubrimos las palabras tuyoy mío y la tierra tuvo dueño y la mujer fue propiedad del hombre y el padre propietario de los hijos. Muy atrás habían quedado los tiempos en que andábamos a la deriva, sin casa ni destino. Los resultados de la civilización eran sorprendentes: nuestra vida era más segura pero menos libre, y trabajábamos más horas.
26 Textos Tamaño total:10.8 MB
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***
zip (2.56 MB)
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***