Alexis
27 junio 2011, 20:33
El Hombre Que Calculaba, un maravilloso y extraordinario relato
Admiro en grado sumo a todos aquellos hombres y mujeres que a su paso por este mundo han legado alguna impronta a la humanidad. Son personas que rompen estereotipos preconcebidos, iconoclastas a carta cabal, rebeldes y grandes revolucionarios en sus respectivas áreas. Nunca se conforman con lo que se ha dicho o escrito y, por lo regular, buscan la manera de cambiarlo, si consideran que ello es necesario. Estas personas son quienes se convierten en verdaderos motores de desarrollo para sus pueblos; generalmente viven adelantados a su tiempo, razón por la cual son incomprendidos, atacados, vilipendiados y, en algunos casos, perseguidos (Erasmo de Rotterdam y Martín Lutero son dos buenos ejemplos de ello), porque son capaces de ver más allá de lo común y aceptado por otros. Para estos, no siempre lo que deja algún beneficio económico es lo más importante; sino que tratan de observar, estudiar y comprender el valor filosófico de todas aquellas cosas que atañen y son inherentes a cada ser humano. Y es quizás esta su principal característica, amén de la riqueza de sus pensamientos e ideas...
De estos excelsos prohombres podríamos citar un sin número de ellos; más arriba nombré a dos grandes humanistas, ambos contemporáneos del siglo XV y parte del XVI. Pero también encontramos a decenas de otros tantos si retrocedemos aún más en el tiempo, específicamente a épocas antiguas. Filósofos como Sócrates, Aristóteles, Platón, Demócrito, Leucipo; también los llamados "Siete sabios de Grecia". Arquímedes De Siracusa, de quien se dice fue el primer físico de la historia y fundador de la Hidrostática, al descubrir el famoso principio que lleva su nombre. Pitágoras, gran geómetra griego y famoso por demostrar uno de los teoremas más notables de las matemáticas. Euclides, quien recogió y organizó todos los conocimientos dispersos que sobre geometría existían para aquella época y la elevó al rango de ciencia. El astrónomo Teón y su célebre hija Hipatia, la primera mujer matemático de quien se tiene noticias; además fue filósofa, astrónoma y educadora (murió salvajemente asesinada). Luego, en tiempos más cercanos, en la llamada edad moderna, encontramos a hombres talentosos como Leonardo Da Vinci, quien fue ingeniero, inventor, pintor, escultor, arquitecto y dotado de buenos conocimientos matemáticos; además de curioso y estudioso de la anatomía humana y animal.
Por otro lado, destacan también Nicolás Copérnico, revolucionario astrónomo polaco; Johannes Kepler, matemático, físico y astrónomo alemán. Galileo Galilei, extraordinario físico italiano. Isaac Newton, fundador de la llamada física clásica, al descubrir la llamada "Ley de la gravitación universal", con la cual dio una explicación de cómo y por qué se movían los cuerpos en el universo; además de ser cofundador, junto al matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibniz, de el llamado "Cálculo Diferencial e Integral", conocido también como "Análisis Matemático", herramienta básica e imprescindible para las ciencias modernas e ingeniería. Otros de quienes sería imposible no hacer mención son Karl Marx y Friedrich Engels. Estos aplicaron el método dialéctico de la filosofía clásica alemana (La de Hegel), para desarrollar otro método filosófico denominado "Materialismo Dialéctico", el cual sirvió como base para crear el "Materialismo Histórico", teoría mediante la cual, Marx y Engels estudiaron el comportamiento del hombre a través del tiempo. Algunos opinan que fue de este modo en que la historia alcanza la categoría de verdadera ciencia...por supuesto, que otros piensan todo lo contrario...
Albert Eisntein (1879 - 1955) fue otro de los grandes revolucionarios de la ciencia moderna. De cuna alemana y ascendencia judía, se destacó, en primer lugar, por ser un verdadero iconoclasta en la educación. Enseñaba utilizando métodos pocos ortodoxos para su tiempo, lo cual le valió la expulsión de algunas instituciones educativas. En segundo lugar, su manera de pensar era sencillamente original y espectacular; tanto así, que gracias a ella le fue posible elaborar la teoría cintífica más extraordinaria que jamás la mente humana había concebido: "La teoría de la relatividad", la cual se constituyó en un verdadero hito en la historia de la civilización humana. Podría decirse que la ciencia física se divide en "antes de" y "después de" Albert Einstein.
Sin embargo, en esta vida nada es gratuito. Es evidente que no todos podemos ver, por alguna u otra razón, lo que otros sí pueden percibir. A veces o no nos interesa, o simplemente las ideas de algunos chocan con nuestros intereses personales y es aquí donde comienzan los conflictos. Pero para muchos, el problema radica en que somos muy cortos de imaginación y remisos a la hora de buscar soluciones a los problemas que nos afectan, tanto en lo individual como en lo colectivo. De este tipo de personas tenemos innumerables ejemplos en cada uno de nuestros propios países. Se sienten cómodos con las cosas que existen a su alrededor, piensan que estas deben permanecer tal como son o están, porque desde que nacieron y tuvieron uso de razón, ya estas eran así; son, en fin, aquellos de quienes el mundo jamás podría esperar ninguna contribución positiva...Pero en esta última categoría no entra un famoso "árabe" de nuestra América Latina, un hombre que al igual que muchos de los célebres hombres de ciencia y arte que más arriba menciono, también tuvo avanzadas ideas para su tiempo; me refiero a Malba Tahan, quien se inmortalizó con una exquisita obra en donde su genio creador supo mezclar la ciencia matemática, la lógica en todo su explendor, la historia, la teología, el islamismo, la astronomía, la poesía, el cuento y la fábula. Todos estos temas tomaron cuerpo en su libro más famoso, de el cual se han vendido millones de copias, a lo largo de varias décadas.
Pero, ¿quién fue este "árabe" llamado Malba Tahan? ¿Qué trascendencia tuvo su obra cumbre? ¿Porqué se dice que fue un hombre visionario y adelantado a su tiempo? ¿Qué legado les dejó a las presentes y futuras generaciones de hombres y mujeres de América Latina y al resto del mundo, con su obra y pensamiento?...
Julio César de Mello Sousa: docente, escritor, historiador, matemático e ingeniero civil, nació en Río de Janeiro, Brasil, el 6 de Mayo de 1895. Desde muy pequeño sintió gran predilección por los cuentos de "Las mil y unas noches". Fue precisamente la fascinación que sintió por este tipo de literatura la que le sirvió de base para desarrollar un interés poco común por la cultura árabe y que, en el futuro lo inmortalizaría.
Cuentan sus biógrafos que cuando niño no era muy aventajado en matemáticas y otras materias; parecía que tendría un futuro muy poco alagüeño en la escuela. Sin embargo, fue a partir de la adolescencia cuando este empieza a mostrar un extraordinario talento para escribir cuentos de su propia autoría y también para los números. Obtiene el título de maestro en la escuela normal, y aún siendo muy joven se recibe como ingeniero civil. Julio César enseña Historia, Geografía y Matemáticas en la escuela y en la universidad. Escribe varios relatos al estilo de cuentos, pero cuando iba a alguna casa editora, ninguna quería publicárselos, todo lo visto que en Brasil no apoyaban a los escritores criollos, mucho menos si estos eran desconocidos, lo cual era su caso. Luego entonces, este utiliza la estrategia de emplear un exótico seudónimo para así llamar la atención de los editores de libros y es de esta manera como nace "Malba Tahan", el cual le sería inseparable por el resto de su vida; incluso, mediante un decreto presidencial, cuando este ya era muy famoso, se le reconocería oficialmente con este nombre.
Su interés por la cultura oriental era de tal magnitud, que de manera autodidáctica se dedicó a estudiar historia, geografía y literatura de los pueblos árabes; así como también religión islámica y judía. Lo hizo de manera tan febril, que quizás hasta hubo algún instante en que este se creyera árabe. Pero a la par que lo hacía, también procedió a cuestionar duramente los métodos de enseñanzas de su Brasil natal. Pensaba que la manera en que se transmitían los conocimientos de la ciencia de los números en las escualas y universidades, eran muy arcaicos y poco eficaces para los estudiantes. Una vez dijo: "Los profesores de matemáticas no son más que unos sádicos, que hacen que las cosas fáciles resulten muy difíciles". Malba Tahan se dedica entonces a escribir libros didácticos de matemáticas, en los cuales la ciencia de los números se mezclaba con cuentos, leyendas y fábulas maravillosas. A lo largo de toda su vida escribió más de un centenar de libros, entre los que se encuentran textos de matemáticas, así como también de extraordinarias y hermosas historias orientales. Fue él quien introdujo en Brasil el gusto por la cultura árabe. Pero indiscutíblemente que su obra cumbre, la que lo inmortalizó por siempre y de la cual se han impreso decenas de ediciones, es "El hombre que calculaba".
Publicada en 1938, esta narración es un verdadero monumento a todo lo que tiene que ver con la milenaria civilización árabe. Pese a ser una obra de corta extensión, posee una gran belleza literaria. En esta se mezclan de una manera poco común y maravillosa, hechos y personajes reales e imaginarios, cuentos, fábulas, historias, leyendas, hazañas espectaculares en el campo científico, literario, filosófico y teológico. Malba Tahan aborda acá de manera magistral problemas que en realidad fueron planteados por antiguos matemáticos griegos y orientales; como por ejemplo: Los tres famosos problemas de la geometría ( La duplicación del cubo, la cuadratura del círculo y la trisección del ángulo). También hace mención a la anécdota cuyo protagonista fue el famoso Arquímedes; me refiero a la corona del rey Hierón, tirano de Siracusa, y el descubrimiento que lo inmortalizó, cuando de manera fortuita descubrió el principio científico que lleva su nombre: "El principio de Arquímedes", con el cual se asegura que este fundó una de las ramas de la física: La Hidrostática. Es también tema de este libro, la frustrada boda de Lilavati, hija del célebre algebrista Báskhara, cuyos planes matrimoniales nunca se concretaron por un infausto y curioso hecho de la vida. De igual manera, Malba Tahan hace mención a la invención del juego ciencia (Ajedrez) y las circunstancias en que este fue creado.
El relato fue ambientado en la Mesopotamia del siglo XIV. Su personaje central es un eximio matemático persa de nombre Beremiz Samir, un hombre en quien la sabiduría y la humildad competían por igual; un verdadero genio de la ciencia matemática, la lógica, la filosofía, la historia, la literatura, la poesía y la teología. Su elocuencia y habilidad dejaban atónitos a todos aquellos que conversaban con él o lo consultaban para que les resolviera algún enigmático problema numérico. Era una especie de "Rey Salomón persa".
Malba Tahan lo coloca en medio de extraordinarias proezas mentales, verdaderos e ingeniosos desafíos numéricos, cuyos resultados sólo podían ser determinados por un hombre de su habilidad e inteligencia. Se enamora de la joven Telassim cuando escucha sólo su voz; pero fue capaz de determinar su belleza, empleando únicamente el cálculo. Cada capítulo de esta amena narración está compuesto de curiosos problemas matemáticos que el calculista Beremiz Samir debe resolver; situaciones donde se les plantean verdaderos desafíos a la lógica. Sin enbargo, este extraordinario matemático los sortea y resuelve sin ningún tipo de obstáculos y con muy poco esfuerzo, demostrando de este modo la singular inteligencia de la que estaba muy bien dotado.
Ya en los capítulos finales de la obra, cuando la fama del personaje central había alcanzado el zenit de la gloria, este decide pedir en matrimonio a su amada Telassim. Pero para que le fuera concedido su anhelado deseo, Beremiz Samir debe enfrentar el desafío más difícil que hasta ese momento se le había impuesto. Tenía que someterse al riguroso escrutinio de una corte integrada por los hombres más eminentes y sabios de todo el reino; entre ellos: matemáticos, historiadores, teólogos, poetas y filósofos, quienes le formularían preguntas complejas y difíciles de responder. Era pues aquí donde el matemático debía demostrar su verdadero talento y conocimientos para hacerse merecedor de tan hermosa doncella. Sus habilidades serían sometidas a toda clase de pruebas, e igualmente su sentido de justicia, honradez y humildad. Pero bien cabe suponer que Beremiz Samir logra sin ninguna dificultad salir victorioso de tan difícil examen. Sus deseos de convertirse en el consorte de la hermosa Telasín se cumplen; sin embargo, el destino le tendría reservada al calculista una pequeña sorpresa que quizás él nunca dedujo: Su amada era cristiana y no musulmana y fue ella quien luego logró que Beremiz también se hiciera cristiano...
No me cabe la más mínima duda que quien lee este relato quedará maravillado de principio a fin. Aquí jamás podría haber lugar para el aburrimiento. Sus páginas llenas de tan hermosas historias nos atrapan desde la primera hasta la última y es por tal razón que no escatimo esfuerzos en recomendar su lectura. Con este libro, Malba Tahan nos demuestra lo talentoso que fue para escribir este tipo de historias y lo mucho que en verdad amaba la matemática en todas sus ramas. Pero además, y esto es para mí algo de muchísima trascendencia e importancia, y que fácilmente puede extraerse de sus páginas, que el autor nos da una gran lección de amor por la sabiduría verdadera y posíblemente este sea su mayor y mejor legado; ¿por qué?, pues porque si bien es cierto que la temática fundamental de su obra cumbre gira en torno a la ciencia de los números, no es menos cierto que el personaje central del relato era un hombre extremadamente culto, sabio, un ulema, un hombre que se movía con mucha naturalidad en las diferentes disciplinas del saber humano. Era el epítome del hombre erudito, porque para él no había separación entre lo que los hombres "modernos" de hoy llamamos la cultura científica y la humanista, las cuales, desgraciadamente, se "enseñan" por separado en nuestras escuelas y universidades y considero que esta es la peor caraterística que tiene la educación en cada uno de nuestros países, puesto que desde temprana edad se nos transmite la falsa idea de que alguien puede ser buen matemático, pero no un excelente historiador a la vez. Que se puede ser físico, pero simultáneamente no un crítico de arte; se puede ser sacerdote, pero no biólogo o químico de manera paralela y, en consecuencia, tendemos a soslayar la idea básica de que en realidad la formación cultural de todo ser humano debe ser holística; y es precísamente esta una de las moralejas más importantes que pueden extraerse de este singular libro, y de aquí su gran valía.
Es verdad que la filosofía tal y como se concebía en tiempos antiguos ya no existe; es imposible que sea así. Aquellos filósofos, de los cuales ya nombré algunos, vivieron en épocas en las que los conocimientos no tenían rango de ciencia, porque eran muy exiguos y dispersos. Muchos de estos hombres eran aristócratas que disponían del tiempo y el talento necesario y suficiente para "filosofar", pues la gran mayoría de los seres humanos de aquel entonces eran analfabetos; incluso, los de clase alta. Pero sucede que aquellos dispersos y poco precisos conocimientos que nutrían las mentes de los primeros filósofos de la historia, con el correr del tiempo se fueron desarrollando y de manera paulatina se independizaron de la madre filosofía, y adquirieron el rango de ciencias particulares hasta el presente. Luego entonces, cabría preguntarse: ¿y qué es la filosofía hoy día, de qué se ocupa y para qué sirve...?, la respuesta a esta pregunta no es difícil responder. Pero de lo que también podemos estar seguros es que hay grandes diferencias entre un filósofo de hoy y de aquellos antiguos, por obvias razones...
Quizás alguien pudiera decir que en nuestras escuelas y universidades sí se enseñan varias materias o asignaturas que tienen que ver con diferentes tópicos del saber humano. Ello es verdad. Pero el problema es la forma de cómo dichos conocimientos son impartidos desde los primeros niveles de nuestra enseñanza hasta llegar a estudios más avanzados; y es también aquí donde Malba Tahan se destaca haciendo severas críticas. Pero no fue ni ha sido el único en preocuparse de este grave problema. También es necesario decir, que si bien es verdad que este "árabe" carioca recibió reconocimientos públicos y privados por su labor pedagógica y literaria, al parecer, sus ideas poco han sido tomadas en cuenta hasta el presente y es precisamente esta atávica actitud la que, en parte, nos mantiene a los latinoamericanos sumidos en el subdesarrollo.
Malba Tahan murió en la ciudad carioca de Recife, el 18 de Junio de 1974. No sólo nos dejó como legado esta fabulosa obra literaria, sino también sus avanzadas ideas sobre los métodos que debían seguirse para enseñar de la mejor manera posible las matemáticas.
Dedicatoria:
Para todos aquellos hombres y mujeres de mente abierta y universal. Para los que valoran el verdadero significado de las ciencias y las artes; para quienes son capaces de adelantarse en el tiempo y trascender más allá de lo meramente tangible. En fin, para todos aquellos que con sus fecundas ideas han contribuido al desarrollo y transformación de la sociedad a la que pertenecen...
Alexis Morales
http://www.librosmaravillosos.com/hombrecalculaba/imagenes/bio-01.jpg
Malba Tahan (1895 - 1974)
Admiro en grado sumo a todos aquellos hombres y mujeres que a su paso por este mundo han legado alguna impronta a la humanidad. Son personas que rompen estereotipos preconcebidos, iconoclastas a carta cabal, rebeldes y grandes revolucionarios en sus respectivas áreas. Nunca se conforman con lo que se ha dicho o escrito y, por lo regular, buscan la manera de cambiarlo, si consideran que ello es necesario. Estas personas son quienes se convierten en verdaderos motores de desarrollo para sus pueblos; generalmente viven adelantados a su tiempo, razón por la cual son incomprendidos, atacados, vilipendiados y, en algunos casos, perseguidos (Erasmo de Rotterdam y Martín Lutero son dos buenos ejemplos de ello), porque son capaces de ver más allá de lo común y aceptado por otros. Para estos, no siempre lo que deja algún beneficio económico es lo más importante; sino que tratan de observar, estudiar y comprender el valor filosófico de todas aquellas cosas que atañen y son inherentes a cada ser humano. Y es quizás esta su principal característica, amén de la riqueza de sus pensamientos e ideas...
De estos excelsos prohombres podríamos citar un sin número de ellos; más arriba nombré a dos grandes humanistas, ambos contemporáneos del siglo XV y parte del XVI. Pero también encontramos a decenas de otros tantos si retrocedemos aún más en el tiempo, específicamente a épocas antiguas. Filósofos como Sócrates, Aristóteles, Platón, Demócrito, Leucipo; también los llamados "Siete sabios de Grecia". Arquímedes De Siracusa, de quien se dice fue el primer físico de la historia y fundador de la Hidrostática, al descubrir el famoso principio que lleva su nombre. Pitágoras, gran geómetra griego y famoso por demostrar uno de los teoremas más notables de las matemáticas. Euclides, quien recogió y organizó todos los conocimientos dispersos que sobre geometría existían para aquella época y la elevó al rango de ciencia. El astrónomo Teón y su célebre hija Hipatia, la primera mujer matemático de quien se tiene noticias; además fue filósofa, astrónoma y educadora (murió salvajemente asesinada). Luego, en tiempos más cercanos, en la llamada edad moderna, encontramos a hombres talentosos como Leonardo Da Vinci, quien fue ingeniero, inventor, pintor, escultor, arquitecto y dotado de buenos conocimientos matemáticos; además de curioso y estudioso de la anatomía humana y animal.
Por otro lado, destacan también Nicolás Copérnico, revolucionario astrónomo polaco; Johannes Kepler, matemático, físico y astrónomo alemán. Galileo Galilei, extraordinario físico italiano. Isaac Newton, fundador de la llamada física clásica, al descubrir la llamada "Ley de la gravitación universal", con la cual dio una explicación de cómo y por qué se movían los cuerpos en el universo; además de ser cofundador, junto al matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibniz, de el llamado "Cálculo Diferencial e Integral", conocido también como "Análisis Matemático", herramienta básica e imprescindible para las ciencias modernas e ingeniería. Otros de quienes sería imposible no hacer mención son Karl Marx y Friedrich Engels. Estos aplicaron el método dialéctico de la filosofía clásica alemana (La de Hegel), para desarrollar otro método filosófico denominado "Materialismo Dialéctico", el cual sirvió como base para crear el "Materialismo Histórico", teoría mediante la cual, Marx y Engels estudiaron el comportamiento del hombre a través del tiempo. Algunos opinan que fue de este modo en que la historia alcanza la categoría de verdadera ciencia...por supuesto, que otros piensan todo lo contrario...
Albert Eisntein (1879 - 1955) fue otro de los grandes revolucionarios de la ciencia moderna. De cuna alemana y ascendencia judía, se destacó, en primer lugar, por ser un verdadero iconoclasta en la educación. Enseñaba utilizando métodos pocos ortodoxos para su tiempo, lo cual le valió la expulsión de algunas instituciones educativas. En segundo lugar, su manera de pensar era sencillamente original y espectacular; tanto así, que gracias a ella le fue posible elaborar la teoría cintífica más extraordinaria que jamás la mente humana había concebido: "La teoría de la relatividad", la cual se constituyó en un verdadero hito en la historia de la civilización humana. Podría decirse que la ciencia física se divide en "antes de" y "después de" Albert Einstein.
Sin embargo, en esta vida nada es gratuito. Es evidente que no todos podemos ver, por alguna u otra razón, lo que otros sí pueden percibir. A veces o no nos interesa, o simplemente las ideas de algunos chocan con nuestros intereses personales y es aquí donde comienzan los conflictos. Pero para muchos, el problema radica en que somos muy cortos de imaginación y remisos a la hora de buscar soluciones a los problemas que nos afectan, tanto en lo individual como en lo colectivo. De este tipo de personas tenemos innumerables ejemplos en cada uno de nuestros propios países. Se sienten cómodos con las cosas que existen a su alrededor, piensan que estas deben permanecer tal como son o están, porque desde que nacieron y tuvieron uso de razón, ya estas eran así; son, en fin, aquellos de quienes el mundo jamás podría esperar ninguna contribución positiva...Pero en esta última categoría no entra un famoso "árabe" de nuestra América Latina, un hombre que al igual que muchos de los célebres hombres de ciencia y arte que más arriba menciono, también tuvo avanzadas ideas para su tiempo; me refiero a Malba Tahan, quien se inmortalizó con una exquisita obra en donde su genio creador supo mezclar la ciencia matemática, la lógica en todo su explendor, la historia, la teología, el islamismo, la astronomía, la poesía, el cuento y la fábula. Todos estos temas tomaron cuerpo en su libro más famoso, de el cual se han vendido millones de copias, a lo largo de varias décadas.
Pero, ¿quién fue este "árabe" llamado Malba Tahan? ¿Qué trascendencia tuvo su obra cumbre? ¿Porqué se dice que fue un hombre visionario y adelantado a su tiempo? ¿Qué legado les dejó a las presentes y futuras generaciones de hombres y mujeres de América Latina y al resto del mundo, con su obra y pensamiento?...
Julio César de Mello Sousa: docente, escritor, historiador, matemático e ingeniero civil, nació en Río de Janeiro, Brasil, el 6 de Mayo de 1895. Desde muy pequeño sintió gran predilección por los cuentos de "Las mil y unas noches". Fue precisamente la fascinación que sintió por este tipo de literatura la que le sirvió de base para desarrollar un interés poco común por la cultura árabe y que, en el futuro lo inmortalizaría.
Cuentan sus biógrafos que cuando niño no era muy aventajado en matemáticas y otras materias; parecía que tendría un futuro muy poco alagüeño en la escuela. Sin embargo, fue a partir de la adolescencia cuando este empieza a mostrar un extraordinario talento para escribir cuentos de su propia autoría y también para los números. Obtiene el título de maestro en la escuela normal, y aún siendo muy joven se recibe como ingeniero civil. Julio César enseña Historia, Geografía y Matemáticas en la escuela y en la universidad. Escribe varios relatos al estilo de cuentos, pero cuando iba a alguna casa editora, ninguna quería publicárselos, todo lo visto que en Brasil no apoyaban a los escritores criollos, mucho menos si estos eran desconocidos, lo cual era su caso. Luego entonces, este utiliza la estrategia de emplear un exótico seudónimo para así llamar la atención de los editores de libros y es de esta manera como nace "Malba Tahan", el cual le sería inseparable por el resto de su vida; incluso, mediante un decreto presidencial, cuando este ya era muy famoso, se le reconocería oficialmente con este nombre.
Su interés por la cultura oriental era de tal magnitud, que de manera autodidáctica se dedicó a estudiar historia, geografía y literatura de los pueblos árabes; así como también religión islámica y judía. Lo hizo de manera tan febril, que quizás hasta hubo algún instante en que este se creyera árabe. Pero a la par que lo hacía, también procedió a cuestionar duramente los métodos de enseñanzas de su Brasil natal. Pensaba que la manera en que se transmitían los conocimientos de la ciencia de los números en las escualas y universidades, eran muy arcaicos y poco eficaces para los estudiantes. Una vez dijo: "Los profesores de matemáticas no son más que unos sádicos, que hacen que las cosas fáciles resulten muy difíciles". Malba Tahan se dedica entonces a escribir libros didácticos de matemáticas, en los cuales la ciencia de los números se mezclaba con cuentos, leyendas y fábulas maravillosas. A lo largo de toda su vida escribió más de un centenar de libros, entre los que se encuentran textos de matemáticas, así como también de extraordinarias y hermosas historias orientales. Fue él quien introdujo en Brasil el gusto por la cultura árabe. Pero indiscutíblemente que su obra cumbre, la que lo inmortalizó por siempre y de la cual se han impreso decenas de ediciones, es "El hombre que calculaba".
Publicada en 1938, esta narración es un verdadero monumento a todo lo que tiene que ver con la milenaria civilización árabe. Pese a ser una obra de corta extensión, posee una gran belleza literaria. En esta se mezclan de una manera poco común y maravillosa, hechos y personajes reales e imaginarios, cuentos, fábulas, historias, leyendas, hazañas espectaculares en el campo científico, literario, filosófico y teológico. Malba Tahan aborda acá de manera magistral problemas que en realidad fueron planteados por antiguos matemáticos griegos y orientales; como por ejemplo: Los tres famosos problemas de la geometría ( La duplicación del cubo, la cuadratura del círculo y la trisección del ángulo). También hace mención a la anécdota cuyo protagonista fue el famoso Arquímedes; me refiero a la corona del rey Hierón, tirano de Siracusa, y el descubrimiento que lo inmortalizó, cuando de manera fortuita descubrió el principio científico que lleva su nombre: "El principio de Arquímedes", con el cual se asegura que este fundó una de las ramas de la física: La Hidrostática. Es también tema de este libro, la frustrada boda de Lilavati, hija del célebre algebrista Báskhara, cuyos planes matrimoniales nunca se concretaron por un infausto y curioso hecho de la vida. De igual manera, Malba Tahan hace mención a la invención del juego ciencia (Ajedrez) y las circunstancias en que este fue creado.
El relato fue ambientado en la Mesopotamia del siglo XIV. Su personaje central es un eximio matemático persa de nombre Beremiz Samir, un hombre en quien la sabiduría y la humildad competían por igual; un verdadero genio de la ciencia matemática, la lógica, la filosofía, la historia, la literatura, la poesía y la teología. Su elocuencia y habilidad dejaban atónitos a todos aquellos que conversaban con él o lo consultaban para que les resolviera algún enigmático problema numérico. Era una especie de "Rey Salomón persa".
Malba Tahan lo coloca en medio de extraordinarias proezas mentales, verdaderos e ingeniosos desafíos numéricos, cuyos resultados sólo podían ser determinados por un hombre de su habilidad e inteligencia. Se enamora de la joven Telassim cuando escucha sólo su voz; pero fue capaz de determinar su belleza, empleando únicamente el cálculo. Cada capítulo de esta amena narración está compuesto de curiosos problemas matemáticos que el calculista Beremiz Samir debe resolver; situaciones donde se les plantean verdaderos desafíos a la lógica. Sin enbargo, este extraordinario matemático los sortea y resuelve sin ningún tipo de obstáculos y con muy poco esfuerzo, demostrando de este modo la singular inteligencia de la que estaba muy bien dotado.
Ya en los capítulos finales de la obra, cuando la fama del personaje central había alcanzado el zenit de la gloria, este decide pedir en matrimonio a su amada Telassim. Pero para que le fuera concedido su anhelado deseo, Beremiz Samir debe enfrentar el desafío más difícil que hasta ese momento se le había impuesto. Tenía que someterse al riguroso escrutinio de una corte integrada por los hombres más eminentes y sabios de todo el reino; entre ellos: matemáticos, historiadores, teólogos, poetas y filósofos, quienes le formularían preguntas complejas y difíciles de responder. Era pues aquí donde el matemático debía demostrar su verdadero talento y conocimientos para hacerse merecedor de tan hermosa doncella. Sus habilidades serían sometidas a toda clase de pruebas, e igualmente su sentido de justicia, honradez y humildad. Pero bien cabe suponer que Beremiz Samir logra sin ninguna dificultad salir victorioso de tan difícil examen. Sus deseos de convertirse en el consorte de la hermosa Telasín se cumplen; sin embargo, el destino le tendría reservada al calculista una pequeña sorpresa que quizás él nunca dedujo: Su amada era cristiana y no musulmana y fue ella quien luego logró que Beremiz también se hiciera cristiano...
No me cabe la más mínima duda que quien lee este relato quedará maravillado de principio a fin. Aquí jamás podría haber lugar para el aburrimiento. Sus páginas llenas de tan hermosas historias nos atrapan desde la primera hasta la última y es por tal razón que no escatimo esfuerzos en recomendar su lectura. Con este libro, Malba Tahan nos demuestra lo talentoso que fue para escribir este tipo de historias y lo mucho que en verdad amaba la matemática en todas sus ramas. Pero además, y esto es para mí algo de muchísima trascendencia e importancia, y que fácilmente puede extraerse de sus páginas, que el autor nos da una gran lección de amor por la sabiduría verdadera y posíblemente este sea su mayor y mejor legado; ¿por qué?, pues porque si bien es cierto que la temática fundamental de su obra cumbre gira en torno a la ciencia de los números, no es menos cierto que el personaje central del relato era un hombre extremadamente culto, sabio, un ulema, un hombre que se movía con mucha naturalidad en las diferentes disciplinas del saber humano. Era el epítome del hombre erudito, porque para él no había separación entre lo que los hombres "modernos" de hoy llamamos la cultura científica y la humanista, las cuales, desgraciadamente, se "enseñan" por separado en nuestras escuelas y universidades y considero que esta es la peor caraterística que tiene la educación en cada uno de nuestros países, puesto que desde temprana edad se nos transmite la falsa idea de que alguien puede ser buen matemático, pero no un excelente historiador a la vez. Que se puede ser físico, pero simultáneamente no un crítico de arte; se puede ser sacerdote, pero no biólogo o químico de manera paralela y, en consecuencia, tendemos a soslayar la idea básica de que en realidad la formación cultural de todo ser humano debe ser holística; y es precísamente esta una de las moralejas más importantes que pueden extraerse de este singular libro, y de aquí su gran valía.
Es verdad que la filosofía tal y como se concebía en tiempos antiguos ya no existe; es imposible que sea así. Aquellos filósofos, de los cuales ya nombré algunos, vivieron en épocas en las que los conocimientos no tenían rango de ciencia, porque eran muy exiguos y dispersos. Muchos de estos hombres eran aristócratas que disponían del tiempo y el talento necesario y suficiente para "filosofar", pues la gran mayoría de los seres humanos de aquel entonces eran analfabetos; incluso, los de clase alta. Pero sucede que aquellos dispersos y poco precisos conocimientos que nutrían las mentes de los primeros filósofos de la historia, con el correr del tiempo se fueron desarrollando y de manera paulatina se independizaron de la madre filosofía, y adquirieron el rango de ciencias particulares hasta el presente. Luego entonces, cabría preguntarse: ¿y qué es la filosofía hoy día, de qué se ocupa y para qué sirve...?, la respuesta a esta pregunta no es difícil responder. Pero de lo que también podemos estar seguros es que hay grandes diferencias entre un filósofo de hoy y de aquellos antiguos, por obvias razones...
Quizás alguien pudiera decir que en nuestras escuelas y universidades sí se enseñan varias materias o asignaturas que tienen que ver con diferentes tópicos del saber humano. Ello es verdad. Pero el problema es la forma de cómo dichos conocimientos son impartidos desde los primeros niveles de nuestra enseñanza hasta llegar a estudios más avanzados; y es también aquí donde Malba Tahan se destaca haciendo severas críticas. Pero no fue ni ha sido el único en preocuparse de este grave problema. También es necesario decir, que si bien es verdad que este "árabe" carioca recibió reconocimientos públicos y privados por su labor pedagógica y literaria, al parecer, sus ideas poco han sido tomadas en cuenta hasta el presente y es precisamente esta atávica actitud la que, en parte, nos mantiene a los latinoamericanos sumidos en el subdesarrollo.
Malba Tahan murió en la ciudad carioca de Recife, el 18 de Junio de 1974. No sólo nos dejó como legado esta fabulosa obra literaria, sino también sus avanzadas ideas sobre los métodos que debían seguirse para enseñar de la mejor manera posible las matemáticas.
Dedicatoria:
Para todos aquellos hombres y mujeres de mente abierta y universal. Para los que valoran el verdadero significado de las ciencias y las artes; para quienes son capaces de adelantarse en el tiempo y trascender más allá de lo meramente tangible. En fin, para todos aquellos que con sus fecundas ideas han contribuido al desarrollo y transformación de la sociedad a la que pertenecen...
Alexis Morales
http://www.librosmaravillosos.com/hombrecalculaba/imagenes/bio-01.jpg
Malba Tahan (1895 - 1974)