jmm00044
28 marzo 2019, 17:06
La alegría - George Bernanos (Audiolibro Voz Humana)
https://i1127.photobucket.com/albums/l625/jmm00044/Otro/imagenes/00/f7a0a54c92471ac4480e727e4ccf93df_XL.jpg
[La joie]. Obra de Georges Bernanos (1888-1948) escrita en Clermont-de-l’Oise y publicada el año 1929. Esta tercera novela de Bernanos es la con*tinuación de La Impostura (v.), obra en donde el autor nos había mostrado al abate Cénabre, erudito sacerdote interesado por los fenómenos sobrenaturales pero incapaz de amor, y que continuaba cumpliendo pun*tualmente con todas las obligaciones de su ministerio a pesar de haber perdido la fe. Tal venía a ser la impostura de que nadie estaba enterado, salvo un humilde sacer*dote, el abate Chevance, a quien una noche se había confiado el abate Cénabre revelándole su turbador secreto. Desde enton*ces, el abate Chevance se sentía responsa*ble ante Dios del alma del impostor. En su lecho de muerte, cuando parecía ex*trañamente privado de todo consuelo di*vino, su penitente, Chantal, una joven de excelente familia le dijo: «Yo os doy mi alegría…» De este modo, la joven tomaba a su cargo el alma de Cénabre para res*ponder de ella, a su vez, ante Dios. Muer*to Chevance, por medio de Chantal, Dios iba a continuar asediando el alma del im*postor, hasta que, finalmente, el supremo sacrificio de la muchacha abriese los ojos de Cénabre.
zip (195.44 MB)
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***
https://i1127.photobucket.com/albums/l625/jmm00044/Otro/imagenes/00/f7a0a54c92471ac4480e727e4ccf93df_XL.jpg
[La joie]. Obra de Georges Bernanos (1888-1948) escrita en Clermont-de-l’Oise y publicada el año 1929. Esta tercera novela de Bernanos es la con*tinuación de La Impostura (v.), obra en donde el autor nos había mostrado al abate Cénabre, erudito sacerdote interesado por los fenómenos sobrenaturales pero incapaz de amor, y que continuaba cumpliendo pun*tualmente con todas las obligaciones de su ministerio a pesar de haber perdido la fe. Tal venía a ser la impostura de que nadie estaba enterado, salvo un humilde sacer*dote, el abate Chevance, a quien una noche se había confiado el abate Cénabre revelándole su turbador secreto. Desde enton*ces, el abate Chevance se sentía responsa*ble ante Dios del alma del impostor. En su lecho de muerte, cuando parecía ex*trañamente privado de todo consuelo di*vino, su penitente, Chantal, una joven de excelente familia le dijo: «Yo os doy mi alegría…» De este modo, la joven tomaba a su cargo el alma de Cénabre para res*ponder de ella, a su vez, ante Dios. Muer*to Chevance, por medio de Chantal, Dios iba a continuar asediando el alma del im*postor, hasta que, finalmente, el supremo sacrificio de la muchacha abriese los ojos de Cénabre.
zip (195.44 MB)
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***