pleyade
27 julio 2019, 12:41
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FICHA TÉCNICA
Formato: epub
Tamaño: 179 Kb
Hosts: Userscloud & Uploaded
Sinopsis:
Un ligero estremecimiento hizo que el suelo se agitase levemente. Christopher Bliss levantó su vista del suelo y el pulgar del contacto de la corriente que ponía en funcionamiento la perforadora. Dio un salto hacia adelante, porque un trozo de roca de algo así como un metro cúbico de volumen se le escapaba y luego, empujándolo suavemente con la mano, tiró de la cuerda que lo anclaba a la superficie del asteroide hasta que sus pies volvieron a descansar sobre aquella piel de paquidermo que parecía el suelo del enorme pedrusco que vagaba por el espacio a una velocidad de 75 kilómetros por segundo.
Levantó el brazo izquierdo y quiso limpiarse el sudor que le corría por la frente, pero en lugar de ésta encontró el duro plástico de la escafandra de vacío, cosa que le hizo reírse. “La fuerza de la costumbre”, se dijo. Pero como la transpiración, más que abundante, continuaba, movió una llave que tenía en el cuadro de mandos del traje espacial, a la altura del pecho y una pequeña corriente de aire comenzó a circular alrededor principalmente de su rostro, refrescándole notablemente. El traje no se hinchó porque la válvula de escape aumentó el volumen de su salida. Hecho esto, y mientras sentía un Infinito alivio, volvió a la derecha.
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Un ligero estremecimiento hizo que el suelo se agitase levemente. Christopher Bliss levantó su vista del suelo y el pulgar del contacto de la corriente que ponía en funcionamiento la perforadora. Dio un salto hacia adelante, porque un trozo de roca de algo así como un metro cúbico de volumen se le escapaba y luego, empujándolo suavemente con la mano, tiró de la cuerda que lo anclaba a la superficie del asteroide hasta que sus pies volvieron a descansar sobre aquella piel de paquidermo que parecía el suelo del enorme pedrusco que vagaba por el espacio a una velocidad de 75 kilómetros por segundo.
Levantó el brazo izquierdo y quiso limpiarse el sudor que le corría por la frente, pero en lugar de ésta encontró el duro plástico de la escafandra de vacío, cosa que le hizo reírse. “La fuerza de la costumbre”, se dijo. Pero como la transpiración, más que abundante, continuaba, movió una llave que tenía en el cuadro de mandos del traje espacial, a la altura del pecho y una pequeña corriente de aire comenzó a circular alrededor principalmente de su rostro, refrescándole notablemente. El traje no se hinchó porque la válvula de escape aumentó el volumen de su salida. Hecho esto, y mientras sentía un Infinito alivio, volvió a la derecha.
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