pleyade
12 agosto 2019, 11:36
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FICHA TÉCNICA
Formato: epub
Tamaño: 374 Kb
Hosts: Userscloud & Uploaded
Sinopsis:
LA lancha se mecía suavemente; un vaivén adormecedor, en un ambiente de calma absoluta. El sol aún no estaba muy elevado, y los rumores del mar, la quietud de los alrededores, invitaban a un reposo, a un «relax», reconfortante.
Sin embargo, el hombre que ocupaba la lancha, único ocupante en aquellos momentos, estaba en tensión; una tensión que hasta le desfiguraba el rostro, le contraía las facciones, bronceadas. El hombre tenía cincuenta y un años, y era alto y delgado, con los ojos marrones, que siempre miraban hacia arriba, con expresión santurrona.
Un tipo llamado James Mahoney, que vestía pantalón blanco, con las perneras dobladas, por debajo de las rodillas, y una camisa descolorida, abierta por el pecho, anudadas las puntas sobre el ombligo.
Estaba mordiendo la pipa, apagada, y mirando el agua con ansiedad. Casi desde que había amanecido, aquella era su postura; se desgastaba la mirada en el brillo de las aguas, en su limpio azul, que refulgía al sol, así como las crestas de espuma.
Le rodeaba el Pacífico. Y un poco al norte, el Kaiwi Channel, que separa las islas Oahu y Molokai, del archipiélago de las Hawái.
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LA lancha se mecía suavemente; un vaivén adormecedor, en un ambiente de calma absoluta. El sol aún no estaba muy elevado, y los rumores del mar, la quietud de los alrededores, invitaban a un reposo, a un «relax», reconfortante.
Sin embargo, el hombre que ocupaba la lancha, único ocupante en aquellos momentos, estaba en tensión; una tensión que hasta le desfiguraba el rostro, le contraía las facciones, bronceadas. El hombre tenía cincuenta y un años, y era alto y delgado, con los ojos marrones, que siempre miraban hacia arriba, con expresión santurrona.
Un tipo llamado James Mahoney, que vestía pantalón blanco, con las perneras dobladas, por debajo de las rodillas, y una camisa descolorida, abierta por el pecho, anudadas las puntas sobre el ombligo.
Estaba mordiendo la pipa, apagada, y mirando el agua con ansiedad. Casi desde que había amanecido, aquella era su postura; se desgastaba la mirada en el brillo de las aguas, en su limpio azul, que refulgía al sol, así como las crestas de espuma.
Le rodeaba el Pacífico. Y un poco al norte, el Kaiwi Channel, que separa las islas Oahu y Molokai, del archipiélago de las Hawái.
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