pleyade
29 agosto 2019, 17:36
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FICHA TÉCNICA
Formato: epub
Tamaño: 106 Kb
Hosts: Userscloud & Uploaded
Sinopsis:
—Tienes visita, Slade.
Levanté la cabeza. Por un momento, pensé haber oído mal.
—¿Es a mí? –preguntó—. ¿Has dicho… una visita?
—Sí, eso dije –afirmó el celador, haciendo chirriar la llave en la cerradura. Luego, pulsó el resorte electrónico y la puerta de la celda se deslizó, con un suave zumbido—. ¿Es que te has vuelto sordo últimamente?
—Y mudo. Y ciego –rezongué, encogiéndome de hombros. Luego sacudí la cabeza—. No espero visitas. Nadie se acuerda de mí. Ni siquiera mi abogado. Como es de oficio, y no espera cobrar un centavo por mi defensa, me ha dejado abandonado a mi suerte.
—De todos modos, tienes visita. ¿Vas a salir o no?
—Claro. No se pueden desaprovechar las ocasiones. Tal vez sea Papá Noel, que viene a ofrecerme la libertad, y un saco de millones.
—La Navidad está cerca –gruñó el carcelero—. Pero eso no da motivo para esperar demasiado de ella… Yo que tú, Slade, no me haría ilusiones. Hace años que empecé a dudar de si, realmente, existía Papá Noel.
—Eso que me llevas de ventaja. Yo no me lo creí nunca…
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—Tienes visita, Slade.
Levanté la cabeza. Por un momento, pensé haber oído mal.
—¿Es a mí? –preguntó—. ¿Has dicho… una visita?
—Sí, eso dije –afirmó el celador, haciendo chirriar la llave en la cerradura. Luego, pulsó el resorte electrónico y la puerta de la celda se deslizó, con un suave zumbido—. ¿Es que te has vuelto sordo últimamente?
—Y mudo. Y ciego –rezongué, encogiéndome de hombros. Luego sacudí la cabeza—. No espero visitas. Nadie se acuerda de mí. Ni siquiera mi abogado. Como es de oficio, y no espera cobrar un centavo por mi defensa, me ha dejado abandonado a mi suerte.
—De todos modos, tienes visita. ¿Vas a salir o no?
—Claro. No se pueden desaprovechar las ocasiones. Tal vez sea Papá Noel, que viene a ofrecerme la libertad, y un saco de millones.
—La Navidad está cerca –gruñó el carcelero—. Pero eso no da motivo para esperar demasiado de ella… Yo que tú, Slade, no me haría ilusiones. Hace años que empecé a dudar de si, realmente, existía Papá Noel.
—Eso que me llevas de ventaja. Yo no me lo creí nunca…
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