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23 octubre 2019, 17:21
Las ganas - Santiago Lorenzo
https://i.postimg.cc/R0nQzKKb/9788416290017.jpg
Benito vive desganado, aunque se muere de ganas: anda destrozado porque lleva tres años sin sexo. Por eso colecciona llaveros, sufre lo indecible cuando ve a una mujer bonita en el metro y bebe demasiado chinchón. Sólo se lo ha contado a su hermana, aunque todo el mundo, también en el trabajo, nota su abstinencia y su angustia.
Benito es químico y emprendedor (es decir: empresario pobre). Ha inventado una sustancia milagrosa que regenera la madera, pero lleva meses esperando el cierre del acuerdo con la compañía de Bristol que podría comercializarla.
Su problema íntimo y su incógnita laboral sólo podrían tener una salida: María, una chica que trabaja en una tesis sobre la madera policromada. Benito no se atreve a quedar con ella, pero se echa colonia para mandarle correos electrónicos y guarda una carpeta de «No enviados» donde le escribe cosas como: «Te quiero porque quiero parecerme a ti». Le da miedo decírselo, pero le sobran ganas de hacerlo.
pdf (1.15 MB)
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Benito vive desganado, aunque se muere de ganas: anda destrozado porque lleva tres años sin sexo. Por eso colecciona llaveros, sufre lo indecible cuando ve a una mujer bonita en el metro y bebe demasiado chinchón. Sólo se lo ha contado a su hermana, aunque todo el mundo, también en el trabajo, nota su abstinencia y su angustia.
Benito es químico y emprendedor (es decir: empresario pobre). Ha inventado una sustancia milagrosa que regenera la madera, pero lleva meses esperando el cierre del acuerdo con la compañía de Bristol que podría comercializarla.
Su problema íntimo y su incógnita laboral sólo podrían tener una salida: María, una chica que trabaja en una tesis sobre la madera policromada. Benito no se atreve a quedar con ella, pero se echa colonia para mandarle correos electrónicos y guarda una carpeta de «No enviados» donde le escribe cosas como: «Te quiero porque quiero parecerme a ti». Le da miedo decírselo, pero le sobran ganas de hacerlo.
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