pleyade
24 octubre 2019, 16:47
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FICHA TÉCNICA
Formato: epub
Tamaño: 166 Kb
Servidores:
USERSCLOUD & UPLOADED
Sinopsis:
EL hombre estaba elegido.
La máquina electrónica, implacable en la lectora de datos, había lanzado una tarjeta de identificación.
Una sola.
Se miraron los dos hombres. Uno tragó saliva. El otro expresó preocupación, sin que ninguno de ellos hiciera acción alguna de tomar aquella cartulina blanca, perforada, que la computadora IBM había disparado por la ranura selectiva, tras funcionar unos momentos, «leyendo» y «comprobando» los datos contenidos en la información proporcionada previamente a la máquina.
—Uno nada más…—comentó el primero de ellos.
—Sí, señor. Creí que habría más…
—No podían ser muchos, pero, al menos, tres o cuatro…
—Y es uno solo.
—La máquina pudo equivocarse, ser demasiado… exigente
—La máquina no se equivoca—sonrió su interlocutor—. No exige. Sencillamente, computa los datos. Y emite su criterio. Frío y despiadado. No interviene el factor emocional en su mecanismo. No hay, pues, posibilidad de equivocación por simpatías, admiración, prejuicios raciales o sociales, morales o políticos, humanos o técnicos. Sencillamente, hace toda la computación de datos y emite su veredicto. Lanza las tarjetas correspondientes a las personas que se adaptan a TODAS las circunstancias exigidas.
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EL hombre estaba elegido.
La máquina electrónica, implacable en la lectora de datos, había lanzado una tarjeta de identificación.
Una sola.
Se miraron los dos hombres. Uno tragó saliva. El otro expresó preocupación, sin que ninguno de ellos hiciera acción alguna de tomar aquella cartulina blanca, perforada, que la computadora IBM había disparado por la ranura selectiva, tras funcionar unos momentos, «leyendo» y «comprobando» los datos contenidos en la información proporcionada previamente a la máquina.
—Uno nada más…—comentó el primero de ellos.
—Sí, señor. Creí que habría más…
—No podían ser muchos, pero, al menos, tres o cuatro…
—Y es uno solo.
—La máquina pudo equivocarse, ser demasiado… exigente
—La máquina no se equivoca—sonrió su interlocutor—. No exige. Sencillamente, computa los datos. Y emite su criterio. Frío y despiadado. No interviene el factor emocional en su mecanismo. No hay, pues, posibilidad de equivocación por simpatías, admiración, prejuicios raciales o sociales, morales o políticos, humanos o técnicos. Sencillamente, hace toda la computación de datos y emite su veredicto. Lanza las tarjetas correspondientes a las personas que se adaptan a TODAS las circunstancias exigidas.
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