pleyade
6 marzo 2020, 12:15
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SINOPSIS
Cómo ser mujer y rebelde. Cómo ser mujer y no tener que rendir cuentas al Estado ni a la Iglesia. Cómo ser mujer y no considerar irrebatibles los criterios de un varón, sea un padre, un marido, un crítico literario, un médico, un político, un superior jerárquico... Cómo ser mujer y poder decirlo en voz alta, sin complejos y sin miedos, sin dar por buena la autoridad de siempre: la masculina. Cómo ser mujer sin ser puta ni sumisa. Gemma Lienas nos ofrece en este libro una amplia muestra de los prejuicios que minan nuestra sociedad, y lo hace con el talento narrativo que la caracteriza, lleno de frescor e ironía, sin pelos en la lengua, a través de pequeñas fábulas que parten de historias tan siniestras como reales. Rebeldes, ni putas ni sumisas es un ataque directo, argumentado, inteligente e incisivo a una sociedad patriarcal que no solo es una rémora para las mujeres, sino también para los hombres, y una lectura muy necesaria para todos los que no comulgan con las ruedas de molino de nuestras jerarquías, laicas o sagradas.
[*=center]Es cierto, las mujeres, con tantas precauciones, con tanta desconfianza, corremos el riesgo de volvernos un poco paranoicas. Aun así, no perdamos de vista que vale más mujer paranoica viva que mujer cuerda dos palmos bajo tierra.
[*=center]Tal y como ocurre con la violencia de género, en que las mujeres sufren malos tratos por parte de los hombres debido a una situación de desigualdad alimentada socialmente desde hace siglos, las criaturas sufren malos tratos a manos de los progenitores por culpa de la idea equivocada de que la prole les pertenece. Es decir, en ambos tipos de violencia está presente la idea de dominación.
[*=center]En el mundo hay más de 130 millones de mujeres que han sufrido la mutilación genital, esto es, la ablación del clítoris. Cada año engrosan la cifra dos millones de mujeres más.Las razones de esta costumbre, que atenta contra el más elemental de los derechos humanos, son diversas, aunque la más habitual estriba en la voluntad de preservar la pureza de las chicas.
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SINOPSIS
Cómo ser mujer y rebelde. Cómo ser mujer y no tener que rendir cuentas al Estado ni a la Iglesia. Cómo ser mujer y no considerar irrebatibles los criterios de un varón, sea un padre, un marido, un crítico literario, un médico, un político, un superior jerárquico... Cómo ser mujer y poder decirlo en voz alta, sin complejos y sin miedos, sin dar por buena la autoridad de siempre: la masculina. Cómo ser mujer sin ser puta ni sumisa. Gemma Lienas nos ofrece en este libro una amplia muestra de los prejuicios que minan nuestra sociedad, y lo hace con el talento narrativo que la caracteriza, lleno de frescor e ironía, sin pelos en la lengua, a través de pequeñas fábulas que parten de historias tan siniestras como reales. Rebeldes, ni putas ni sumisas es un ataque directo, argumentado, inteligente e incisivo a una sociedad patriarcal que no solo es una rémora para las mujeres, sino también para los hombres, y una lectura muy necesaria para todos los que no comulgan con las ruedas de molino de nuestras jerarquías, laicas o sagradas.
[*=center]Es cierto, las mujeres, con tantas precauciones, con tanta desconfianza, corremos el riesgo de volvernos un poco paranoicas. Aun así, no perdamos de vista que vale más mujer paranoica viva que mujer cuerda dos palmos bajo tierra.
[*=center]Tal y como ocurre con la violencia de género, en que las mujeres sufren malos tratos por parte de los hombres debido a una situación de desigualdad alimentada socialmente desde hace siglos, las criaturas sufren malos tratos a manos de los progenitores por culpa de la idea equivocada de que la prole les pertenece. Es decir, en ambos tipos de violencia está presente la idea de dominación.
[*=center]En el mundo hay más de 130 millones de mujeres que han sufrido la mutilación genital, esto es, la ablación del clítoris. Cada año engrosan la cifra dos millones de mujeres más.Las razones de esta costumbre, que atenta contra el más elemental de los derechos humanos, son diversas, aunque la más habitual estriba en la voluntad de preservar la pureza de las chicas.
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