Cultura para Todos
19 julio 2020, 16:17
Serie Martin Beck - Maj Sjöwall & Per Wahlöö
https://i.postimg.cc/0j5zcFdx/asd1-dd038a3903e2618ff915793915575986-1024-1024.jpg
Cuando se casaron, Maj Sjöwall y Per Wahlöö concibieron una serie de novelas con una brigada de policía como centro neurálgico. Wahlöö había traducido al sueco previamente alguna novela del famoso Distrito 87 de Ed McBain, autor que sin duda sirvió de inspiración al matrimonio, pero ellos dieron un paso más allá. Ofrecieron un conjunto narrativo aún más realista, que acabó modernizando el género. Iban a dejar a un lado a los superdetectives infalibles, para ofrecer un cuadro del trabajo en equipo, que en ocasiones naturalmente fallaba.
Antes de ponerse manos a la obras, definieron las líneas maestras del proyecto y no se movieron ni un milímetro de ellas. Iban a ser exactamente diez novelas, cada una de las cuales iba a tener treinta capítulos e iban a ver la luz anualmente. El proyecto se iba a denominar La Historia de un Crimen. El nombre en singular («crimen» y no «crímenes») obedecía a un doble significado con el que pretendían también denunciar el mal funcionamiento del sistema, lejos de la idílica imagen que daba Suecia en la década de 1960.Desde que las novelas vieron la luz, Sjöwall y Wahlöö se convirtieron en dos de los autores más importantes de la literatura negra europea. Puede decirse, sin temor a cometer un error, que la novela negra escandinava tiene el estatus que tiene gracias a esta pareja.
zip (3.69 MB)
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Cuando se casaron, Maj Sjöwall y Per Wahlöö concibieron una serie de novelas con una brigada de policía como centro neurálgico. Wahlöö había traducido al sueco previamente alguna novela del famoso Distrito 87 de Ed McBain, autor que sin duda sirvió de inspiración al matrimonio, pero ellos dieron un paso más allá. Ofrecieron un conjunto narrativo aún más realista, que acabó modernizando el género. Iban a dejar a un lado a los superdetectives infalibles, para ofrecer un cuadro del trabajo en equipo, que en ocasiones naturalmente fallaba.
Antes de ponerse manos a la obras, definieron las líneas maestras del proyecto y no se movieron ni un milímetro de ellas. Iban a ser exactamente diez novelas, cada una de las cuales iba a tener treinta capítulos e iban a ver la luz anualmente. El proyecto se iba a denominar La Historia de un Crimen. El nombre en singular («crimen» y no «crímenes») obedecía a un doble significado con el que pretendían también denunciar el mal funcionamiento del sistema, lejos de la idílica imagen que daba Suecia en la década de 1960.Desde que las novelas vieron la luz, Sjöwall y Wahlöö se convirtieron en dos de los autores más importantes de la literatura negra europea. Puede decirse, sin temor a cometer un error, que la novela negra escandinava tiene el estatus que tiene gracias a esta pareja.
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