jmm00044
11 julio 2013, 11:21
Rito y Geografía del Cante Flamenco - Tia Anica la Piriñaca
http://i1127.photobucket.com/albums/l625/jmm00044/11/2.jpg
Ana Blanco Soto. Jerez de la Frontera (Cádiz), 1899 - 1987. Cantaora. No era gitana, salvo en una mínima proporción, pero toda su vida la pasó íntimamente relacionada con los gitanos camperos de Jerez. En el campo, al término del trabajo, o los días inclementes, eran frecuentes las reuniones de cante alrededor de las hogueras. Y entre los trabajadores había cantaores cuyos nombres han quedado en la historia: la propia Periñaca, Tío José de Paula, el Borrico de Jerez, Sernita... Cuando se casó dejó de cantar por deseo de su marido, y sólo después de enviudar y criar a sus hijos desarrolló una cierta carrera profesional, a partir de la grabación de un primer disco ya sexagenaria. Excepcional por siguiriyas, soleares, martinetes y bulerías. Su voz tenía un desgarro y una jondura sentidos, auténticos, que en las siguiriyas alcanzó su más hermosa expresión; era el cante que a veces la hacía llorar, "me tengo que asujetá porque me se caen las lágrimas, de lo que me entra en el corazón".
mp4 30 minutos 197 mbs
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***
http://i1127.photobucket.com/albums/l625/jmm00044/11/2.jpg
Ana Blanco Soto. Jerez de la Frontera (Cádiz), 1899 - 1987. Cantaora. No era gitana, salvo en una mínima proporción, pero toda su vida la pasó íntimamente relacionada con los gitanos camperos de Jerez. En el campo, al término del trabajo, o los días inclementes, eran frecuentes las reuniones de cante alrededor de las hogueras. Y entre los trabajadores había cantaores cuyos nombres han quedado en la historia: la propia Periñaca, Tío José de Paula, el Borrico de Jerez, Sernita... Cuando se casó dejó de cantar por deseo de su marido, y sólo después de enviudar y criar a sus hijos desarrolló una cierta carrera profesional, a partir de la grabación de un primer disco ya sexagenaria. Excepcional por siguiriyas, soleares, martinetes y bulerías. Su voz tenía un desgarro y una jondura sentidos, auténticos, que en las siguiriyas alcanzó su más hermosa expresión; era el cante que a veces la hacía llorar, "me tengo que asujetá porque me se caen las lágrimas, de lo que me entra en el corazón".
mp4 30 minutos 197 mbs
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***