Iniciar sesión

Ver la versión completa : La lechuza y el caracol - Tomás Abraham



jmm00044
5 marzo 2014, 16:43
La lechuza y el caracol - Tomás Abraham
http://i1127.photobucket.com/albums/l625/jmm00044/dibujos/tapa1lechuza.jpg
Añoro a los amigos escépticos, a los desencantados del mundo, a los que no creen en nada y piensan en todo, a quienes soportan el peso de la decepción sin dejar de ser entusiastas y hacedores, a los hiperactivos pesimistas que no necesitan un credo para un buen despertar, a los que no acomodan sus palabras, a los más creativos y poco funcionales, los que no renunciaron al humor y ríen de sí mismos para pensar mejor. Para esos sobrevivientes no hay “causa” ni “modelo”, ni chicana, ni zonceras, ni cargada, ni piolada, ni pogo.
Exaltados y aburridos. Vivimos tiempos de exaltación continua que me produce aburrimiento a pesar de la agitación que no deja de destilar un vapor monótono e inerte. Es bueno cambiar de tema una vez que el contenido está saturado. Este libro es un deseo de cambiar de tema. Un estudioso vocacional necesita sorpresas. Si no se cambia de tema por temor a perder audiencia por una supuesta adicción colectiva a un mismo entretenimiento –mal consejo el que tiene por meta el deseo de perdurar–, al menos cambiar de ritmo y de distancia. Un poco más lejos y con menos frecuencia.
Estos también son tiempos en los que ya se sabe lo que se va a decir. Hay una distribución fija de los discursos, y los esgrimistas verbales repiten sus posiciones en busca de su touché para luego retirarse satisfechos.
Los columnistas de los medios están encadenados a una sola línea editorial. Hay emisoras y diarios que se especializan en dar buenas noticias, frente a otros que sólo las dan malas. Unos publican estadísticas favorables al Gobierno; otros, perjudiciales. El convidado de piedra llamado ciudadano debe trabajar para cotejar informaciones, siempre tuvo que hacerlo. Antes tenía la comodidad de poder apreciar en un solo medio varias posiciones, ahora debe comparar varios. Es un poco más caro. De todos modos, poner en tensión argumentos para un mejor análisis de la realidad es la labor de una minoría, la mayoría busca certificar lo que cree y quiere.
Hemos perdido lamentablemente dos figuras retóricas enriquecedoras de la producción discursiva: el dilema y el matiz. Los asuntos humanos referidos a la política, a la ética e incluso a la existencia son dilemáticos. No se resuelven, se deciden. Se degrada la dilemática, por ser la disciplina de la arbitrariedad, en nombre de la necesidad. Pero su paradigma epistemológico no se rige por el de las ciencias, los dilemas no se verifican ni se demuestran, tienen que ver con el riesgo y con la responsabilidad.
pdf
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***