Fin de siglo, fin de un mundo, descomposición de valores desencanto... ¿Dónde hallar un sentido, un camino, principios? No en propuestas políticas de corto aliento. Tampoco del costado de las sectas, de los integrismos. Thierry de Beaucé nos propone releer a Agustín (354-430) y seguir, paso a paso, su itinerario intelectual y espiritual. Y no para encontrar en él soluciones simplistas, sino para compartir su audacia y su exigencia. Agustín, el último romano del mundo clásico y quizás el primer cristiano moderno, ante la caída de Romano reaccionó como político que administra una crisis ni se arrinconó aterrado a suspirar por un pasado mejor que lo autorizara a renegar de su propio tiempo, recogió,en cambio, lo que le pareció mejor de la tradición clásica y de los apenas cuatro siglos de cristianismo y replanteó todo: alteró a occidente y al mundo hasta hoy.
Contenido oculto. Ha de estar registrado, y pulsar el botón "Gracias" para visualizar sus enlaces de descarga.
Si trás registrarse todavía no visualiza el botón de "gracias", pulse la tecla F5, para refrescar la página.
La indiferencia de Dios - Thierry de Beauce
Citar
