Alighieri viendo llover sobre Florencia
Si no creyera en la locura, quizá nunca hubiese leído los versos de Virgilio, la gente no pensaría que hago tratos con el Diablo y los niños pequeños no se sentirían aterrados al verme caminado por la calle.
Hubiera hecho algún negocio, para evitar que los poetas del futuro murieran pobres y que los persiguieran los exilios.
Si no creyera en que es posible amar con plenitud, sin rozar siquiera la mano de mi musa en la manera más tierna e inocente y si no creyera además; que este amor tan casto es la única razón de toda poesía, es muy posible que
Beatrice estuviera ahora mismo entre mis brazos. Pero temo que sería ahora solamente y que luego no podría llevarme al
Paraíso, a sus nueve cielos y a su verdad iluminada.
Por eso dicen que estoy loco.