Si no creyera en la locura, mi vida sería un lento, cansino y resignado esperar la muerte.
Días intolerablemente iguales, apestando a rutina, rezumando recuerdos rancios, cayendo en idénticos pozos.
Cuando joven, me dijeron que esta oficina encerraba mi futuro, augurándome ingentes progresos y brillantes éxitos premiando mis esfuerzos.
Hoy, viejo y decepcionado, sólo podría engatusar a otros, vengando en sus vidas mi destino, al entregarles los remos de la barca de Caronte.
Pero llegó a mi vera la locura y mi pecho despertó, latiendo al compás de su cadencia..
Los años pesan, la razón protesta, los amigos chismorrean …….. y la pasión manda. Me atreví a soñar.
Treinta años más niña, iluminó mi vida. Transportado de amor, su mirada me tiene prisionero.
Desafía las flores con su paso y humilla los trinos con su acento. Sonríe remediando todo mal y al complacerla recupero mi alegría.
Soy feliz. Mi chiquilla adorada es razón de esta locura.