Sobre la pequeña mesa ubicada junto a su cama dejo la carta que lo cambiaba todo. Cada una de las letras del mensaje anónimo que contenía la herían como puñales." Su marido la engaña" decía.
Se dio la vuelta para contemplarlo aun dormido a su lado en la cama y dio rienda suelta a su imaginación planeando mil formas de cometer el asesinato perfecto pero desgraciadamente para ella la paciencia nunca fue una de sus virtudes.
Con cuidado de no despertarlo metió la manco en el cajón y acaricio el frio metal, despues saco la pistola destinada a terminar con la vida de ambos.
varios meses mas tarde la Policia logro arrestar al perturbado que había sembrado toda la ciudad de cartas anónimas.