No te preocupes, Kardiel, que estamos entre amigos. Por otro lado, te diré que admiro tu rebeldía, pues aquel que no lo fuere, simplemente será un pobre conformista toda su vida. Además, si bien es verdad que la rebeldía tiene su precio (muchas veces muy oneroso), la historia está llena de ejemplos de hombres y mujeres que fueron capaces de cambiar muchas cosas, tanto en el campo de las ciencias, como en el arte y en la sociedad en general, sólo por eso, por ser rebeldes. Quizás no fueron reconocidos a su debido tiempo, y muchos de ellos condenados al ostracismo. Otros, por su parte, terminaron en el olvido. Sin embargo, la inexorable sabiduría de la historia supo reivindicar sus nombres.
Aprecios para ti y el compañero Pablo.