"Gracias, ha sido un buen viaje". Fue esta la única frase que pudo pronunciar aquel extraño y enigmático hombre. Se despidió de quien lo encaminó hacia ninguna parte, no tenía idea de adónde había llegado; su estado de ebriedad no lo dejaba razonar con sindéresis. Miraba hacia todas partes, no podía ver con claridad, pues todo le daba vueltas. De repente, hurgó ansioso entre sus raídos bolsillos en busca del elixir de marras, pero no lo encontró. Sólo pudo extraer de las apolilladas entrañas de su camisa un viejo y amarillento libro. Lo observó curioso y decepcionado, mientras se decía a sí mismo: "¡¿Quién habrá colocado esta porquería en mi bolsillo?! Lo tiró a la basura y se alejó dando zigzag por aquel tortuoso y polvoriento camino de piedras.
¡Papá, mamá; miren: encontré un libro que dice Don Quijote, pero está sucio y huele mucho a Whisky!
147 palabras