El papel permaneció allí, esperando que alguien lo tome. Ninguno de los presentes, quería hacerlo, el significado del resultado cambiaría para siempre sus vidas, para bien o para mal. Es increíble lo que puede suponer, a veces, unas pocas palabras escritas en un simple papel. Blanco o negro, lucha o tranquilidad, alegría o desesperanza. De cualquier forma, lo mejor es enfrentarse a la realidad, sea cual sea el rumbo que tomará la vida.
Nadie se atreve y finalmente una mano se alarga hacia el papel, es la suya, tiene más valor que nosotros, sus hijos.
Nos mira a todos, respira profundamente y lee.....no entiende y mira con cara de angustia al doctor, buscando la confirmación de la lectura. Llegó al fin esa sonrisa tan esperada, durante tanto tiempo de incertidumbre.
Mi padre ha superado el cáncer.
Lágrimas de alegría rodaron por nuestras mejillas.