El papel permaneció allí, esperando que alguien lo tome porque quería dejar de ser una hoja en blanco que sueña dibujos de palabras, que sufre esperando la esperanza de ser escrita con imágenes, porque no quiere quedarse en un proyecto fallido, en un intento más.
Ese papel me recuerda a ti porque te veo como si fueras un folio que espera ser tomado por quien sepa llenarte de letras, que quiere con todas sus fuerzas que haya caracteres que formen sentimientos, que moldeen deseos, deseos de querer terminar con el vacío albor que se ha apoderado de todo, y que dura ya demasiado tiempo.
Lo he pensado mucho y he llegado a la conclusión de que solo puedo decirte que, si me lo permites, yo te tomaré, yo te llenaré de mí para que puedas ser tú.