Aquí voy... No la pusiste nada fácil, PabloUna frase que significa todo un desafío!
- Fabián, no te atrevas a decir mi nombre
- Descuida, si digo que fuiste tú también me hundo yo -contestó Enrique-
Los amigos se despidieron como de costumbre.
Con un entusiasmo inusual, Fabián cuidó hasta el último detalle para acudir a la cita. Esa noche Daniela irradiaba una sonrisa que nunca antes le había visto. Y no era para menos, luego de vanos intentos por atraer su atención, aquella carta había logrado -por fin- enamorarla.
Disfrutaron la velada entre risas y copas. Ya avanzada la noche, pasó lo que suele suceder cuando alguien baja la guardia. Sintió que ella estaba prendada de su encanto, y en medio de la distendida conversación, Enrique mencionó que aquellas líneas habían sido escritas por Fabián.
Ya no hubieron sonrisas, ni miradas, ni palabras.
Tarde se dio cuenta de que Daniela se enamoró de quien hizo brotar esas letras, no del mensajero.