Se extiende el plazo para entregar los micros hasta mañana viernes 24 de Junio.
Se extiende el plazo para entregar los micros hasta mañana viernes 24 de Junio.
Gracias a Shastar
CapitanBlood (23 junio 2011), Jseditar (25 junio 2011), Moonraker (24 junio 2011), mramirop (24 junio 2011), Pablo Chavarría (23 junio 2011)
Sentado en esa banca, sólo pensaba en sus deudas y cómo pagarlas. En cada bocanada, el humo del cigarrillo era un lazo buscando en vano atrapar respuestas. “La vida se escapa como el humo –pensó-, se expande, siempre avanza, y ya no vuelve”.
¿Cuánto cigarrillo le quedaba?, es decir, ¿cuánta vida tenía por delante? Calculó. A esta altura ya estaba promediando su tiempo. Las deudas necesitaban ser saldadas. Apenas le alcanzaba para el primer adelanto, el resto era incertidumbre. Era embarcarse a todo o nada. Las cosas podrían salir mal y quedaría aún más hundido. Pero ¿y si alcanzaba? ¿y si lograba todavía más de lo que imaginaba?
En su mano quedaba la última pitada de cigarrillo. La consumió lentamente, disfrutándola, terminando de decidir. Lo apagó al tiempo que se ponía de pie. A paso firme caminó a su encuentro mientras se repetía “me debo… ‘nos’ debemos intentar que esto funcione”.
CapitanBlood (23 junio 2011), Herroldch (24 junio 2011), Jseditar (25 junio 2011), Moonraker (24 junio 2011), mramirop (24 junio 2011), Pablo Chavarría (23 junio 2011)
Sentado en esa banca, solo pensaba en las extrañas vueltas del destino.
Nunca tuvo culpa alguna; fue buen cristiano, según el padrecito; la solidaridad guió su vida y el generoso trabajo hecho para que los demás estuvieran mejor era largamente conocido en cielo, infierno y tierra.
Le costaba comprender.
No entendía tener que pagar tan caras sus virtudes, ya que no sus defectos; que ayudar a sus hermanos fuera un crimen y buscar la justicia una peligrosa tontería.
Confiaba en finalmente ser reconocido, tarde pero seguro; creía que su amigo, antecesor en el viaje, lo acompañaría en la gloria al llegar; soñaba que algún día el hombre dejaría de ser lobo del hombre y la igualdad reinaría.
Perdonó, observando sin rencores, a los buitres que del otro lado del vidrio contemplaban sin paciencia, esperando su carroña.
Y un sereno Bartolomé Vanzetti se dispuso a morir en la silla eléctrica, como mandaba la interesada justicia de los hombres.
Herroldch (24 junio 2011), Jseditar (25 junio 2011), Moonraker (24 junio 2011), mramirop (24 junio 2011), Pablo Chavarría (23 junio 2011)