"Tócala de nuevo, Sam". Que la luz de la luna y las canciones de amor, como las buenas películas, no se acaban nunca. Que siempre habrá un Humphrey Bogart escapando del abismo, una Ingrid Bergman de lágrimas gélidas y un aeropuerto empapado de neblina. Unos entran y otros salen (como las olas que muriendo en la playa, dejan su espacio a las siguientes).
Tócala de nuevo, porque a pesar de que el mundo se sigue desmoronando, a pesar de que sea muy mal momento para enamorarse, a pesar de que nos arrepintamos tarde o temprano y por el resto de nuestras vidas; el tiempo pasará. Tócala de nuevo, Sam; por los viejos tiempos.
(113 palabras).