Doble agradecimiento Edgar... Sigamos, no paremos.
Confesiones de un Beatle-fanático
Debo admitir que los días contigo
son como los Días en Hamburgo;
eres fundacional como Love me do,
indispensable como Twist and Shout,
necesaria como She loves you;
y tan especial como la versión americana de
A Hard Day's Night.
Te pareces a pocos,
como Yesterday y You've got to hide your love away;
y compararte con Rubber Soul y con Revolver,
sería volver a escribir los versos anteriores.
Aún así, hay matices tuyos que no comprendo,
de la misma forma en que no comprendo
al Sargent Peppers y al Yellow Submarine...
contigo quedo a la deriva.
Supongo que no te he visto por completo
y que de los hechos que me muestras,
algunos se comprenden, otros se disfrutan
y el resto forma parte de la mixtura.
Eres un White Album,
como yo también podría serlo
y como lo son, seguramente, todas las personas.
Tantas canciones y tan poco qué decirte.
Sería cierto que no
podremos conversar de nuevo
y que estamos condenados
a recorrer el Abbey Road
en sentidos opuestos.
Que yo solo puedo hablar de Hey Jude
y sus posibilidades,
sin entender a la persona
que jamás lloró escuchando Let it Be.
Necesitamos entonces que los Fab Four
salgan otra vez de su Caverna
para hacer canciones con mejores resultados.
O que tú y yo salgamos de las nuestras,
tratando de expresar en la canción;
que mi mente es tan simple
y la tuya, complicada.