Antigua I
Dí qué encontraste:
si una mirada, un cielo,
un corazón abierto.
En tu paseo por los
robledales de Dodona,
donde afinaba el trino
argénteo de mi lira
o mi discurso de oros
y rubíes.
Dime ninfa
lo que encontraste aquella tarde,
responde cómo debe comenzar
la poesía.