No sé qué

[No se quien]

Las primeras letras siempre cuestan trabajo. Empezar a escribir un ensayo, un cuento o algún alegato suele ser un lío cuando las palabras se nos esconden entre los confusos senderos de nuestra mente. Rastrear las palabras por medio de su aroma erótico, nos lleva a una muerte literaria tremenda que traducida a un ámbito distinto significaría absoluta desesperación. Y cuando la desesperación es la tinta metafísica con la que se escribe, cosas terribles surcan las páginas: nuevas dimensiones de Sade, dictum de dioses asesinos, teorías nuevas del suicidio, en fin, filosofía. Que la presentación de un hombre fuera antecedida por el silencio sería lo ideal, pues el discurso posterior hallaría excusa de su impertinencia acusando al silencio, siempre prioritario, de pervertir su palabra. Y quien sabe, quizá el silencio tenga más que decir que cualquier hombre, y que su sabiduría y su uso del lenguaje sea más preciso que el de cualquier ser racional.
En fin, dado que el silencio no puede interceder por mí, me presentaré. Aclaro que, como el preludio de toda obra pretenciosa, presentarse cuesta trabajo, así que sólo diré de mí que mi nombre, bueno, tengo muchos nombres y ningún epíteto: soy Oscar (con acento en la A) de bautizo, Tilo en cierto foro de Silvio, Zaä para mis amigos y para el amor de mi vida, y No se quien para los desconocidos (que espero conocer y ser amigo). Tengo 19 años, una gatita de color negro, pereza y otros vicios. Estudio una carrera sin ninguna proyección capitalista, y de grande quiero ser Power Ranger. Bueno, no se me ocurre más. Ah sí, lo olvidaba, agradezco a Pablo Chavarría por invitarme al foro. Le he estado echando un vistazo y me parece excelente. Un saludo a todos.