
Iniciado por
Herroldch
Salí sonriendo, con la sensación de victoria en mi alma y en mi mente, no habían doblegado mi cuerpo, ni las torturas físicas, ni las mentales lograron que esos sátrapas cumplieran su misión de hacer que olvidara mis sueño de libertad e igualdad.
Salí con la frente en alto, a recibir la condena por mi delito de denunciar el asesinato, la tortura y la corrupción, la recibiré orgullosa, la recibiré por mi pueblo, por mis seres queridos.
Llegará el día que nuestro pueblo recoja el legado de tantos héroes anónimos que dieron su juventud, su libertad y su vida, y ese día seremos libres.