Una de las razones por las cuales no se concreta la independencia de Puerto Rico, la constituye la leonina estructura del llamado Consejo de Seguridad de la ONU. Como se sabe, cinco naciones deciden el futuro del resto de las demás que integran el planeta. Estas cinco potencias tienen derecho a veto; es decir, que no importa lo que casi dos centenares de países aprueben, sólo bastaría que una de estas cinco poderosas naciones digan, para anular cualquier resolución de las demás integrantes del organismo.
El ejemplo más claro que se podría nombrar es el del pueblo palestino. ¿Cómo es posible que ya entrado el siglo veintiuno, esta nación del medio oriente tenga que mendigar el estatus de país libre e independiente, sólo porque a Estados Unidos e Israel les da la gana? ¿No tienen los palestino derecho a existir como nación soberana, con un territorio reconocido e igualmente respetado por los demás países del globo? ¿No es esto una vergüenza para el resto de la comunidad internacional?
Luego entonces, la abulia que pudiera exhibir el organismo intenacional de marras respecto a la actual situación de Puerto Rico, a nadie debe extrañar; muy por el contrario, se corresponde con las actuaciones de las potencias colonizadoras de siempre, aquellas que son las que al fin y al cabo deciden y dan las directrices en la ONU.