Siempre lo he dicho: el cinismo es una de las características más conspicua del hombre "moderno"; y las grandes potencias mundiales, sobre todo las occidentales, lo han llevado a su máxima expresión. Una pregunta que siempre deberíamos formularnos es: ¿sirve para algo la ONU? ¿Vale la pena seguir perteneciendo a una organización en la cual se practica el cinismo más descarado e infame de toda la historia de la civilización humana? ¿Es justo que de un concierto de más de ciento sesenta naciones, sólo cinco tengan el fulano derecho a veto? Luego entonces, a manera de corolario se desprende otra pregunta: ¿para qué votan las naciones que integran este organismo? ¿No sería mejor que el "grupito" de los cinco del consejo de seguridad decidan el destino del resto del mundo?...¡Ya sé: es sólo para llenar un requisito elegante..! ¡Qué hermoso!, ¿verdad?