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Re: Cosmogon
Cosmogonía
iii
He de suponer que antes,
mucho antes de que el concepto
del ahora fuese comprendido,
existió un concilio.
Un contemplar la calma y el vacío
para planear y decidir
y acudir luego a la maravilla.
He de sospechar que antes,
muchísimo antes de que las horas
decidieran su camino,
hubo un ensayo.
Un diagrama previo
de arroyos que murmullan,
de árboles con flores
y trémulo volar de colibríes.
He de aceptar
que los linderos de la lógica,
son arrimados a lo improbable
por el más allá de lo que nos sorprende
y nos anima.
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Re: Cosmogon
Cosmogonía
iv
También me da por comprender
que antes del soslayo,
la mirada nuestra era infinita.
Que no había anhelos
por alcanzar metas y horizontes,
por escalar montañas
o miedos de sortear abismos.
Abismal fue nuestra mirada.
No existían los llantos, ni las penas,
ni suspiros en completo desamparo;
me da por comprender a la nostalgia
y a las melancolías.
Y en diciendo esto,
no sé ya que pena siento:
si melancólica, si nostálgica;
si nostálgica, si melancólica.
Última edición por Pablo Chavarría; 10 abril 2012 a las 16:13
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Re: Cosmogon
Cosmogonía
v
¿Cómo estaría el sol en la primera hora?
Antes de brillar ardiente
o dar el primero de sus pasos.
¿Cómo estará la luna en su primer ciclo?
Más bella quizá o más plateada;
más pulida para encender la noche
en color ceniza.
¿Cómo estaría el agua en su primer momento?
Antes de empezar el pálpito en su reloj
de vapor y escorrentía.
¿Acaso temblaría?
¿Temblaría la hoja que blanca
espera el alzar del sol,
la luna llena
y el correr del agua?
¿Cómo estarían los pájaros
antes del primero de sus trinos?
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Re: Cosmogon
Cosmogonía
vi
No estaré poniendo
palabras, imágenes, ideas
en tu boca, tu cabeza, tu ideario.
Ni diré lo que a continuación dirías,
sabiendo de antemano
todos tus deseos.
Ni responderé tus dudas
oh luz que día a día
te yergues impaciente.
Recuerda
que el recuerdo que ahora escribo,
no lo estoy escribiendo
realmente.
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Re: Cosmogon
Cosmogonía
vii
En plena oscuridad no estaba oscuro,
así como en la luz no estaba deslumbrado,
ni seco en los desiertos
o helado en los glaciares.
Previo a conocer
todas las maravillas del universo
estaba viendo, sintiendo,
escuchando y leyendo
todas las maravillas del universo.
Entre temores,
alegrías y furores
mi alma se llenó de estrellas
y fui, por un instante,
el reflejo de un cielo constelado.
Fui un océano aparatado
de ínsulas románticas
y continentales penas.
Por un instante
no fui el mar soñando el cielo;
sino el cielo mismo,
con sus azules, sus negros, sus celestes;
su devenir de días
y su despedir de noches.
Y en retornar a ese instante,
cifro ahora toda mi esperanza.
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Re: Cosmogon
Cosmogonía
viii
Cuando ya brillaron las estrellas
y cuando ya giraron en torno suyo los planetas
y cuando ya los mares se mecían
y cuando ya la negra tierra refulgía,
comenzó la vida.
Y así lo gallos, sin saber por qué,
cantaron en el primer alba;
y así los grillos, sin saber por qué,
chirriaron en la primera noche;
Y las abejas, sin saber ni preguntarlo,
polinizaron a las flores que,
sin saber ni preguntarlo,
crecían a la orilla de un camino
que recién descubría su propósito.
El lecho de los ríos
se llenó de suave pienso
y un hermoso manatí ubérrimo
se acercó al forraje para comer con regocijo.
El jaguar reflejó la Vía Láctea
y el venado, con su salto,
a los cometas.
Abrió el sapiens del planeta
todos sus sentidos
y comenzó a existir con los demás,
sin saber por qué lo hacía.
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Re: Cosmogon
Cosmogonía
ix
El hombre anduvo y desanduvo entonces,
por caminos a veces lisos y otras veces arduos.
Se quejó, protestó,
luego ingenió y modificó;
en su afán por comprenderla,
transformaría la Obra levemente.
Y se sumió en noches
que parecieron eternas,
en soledades profundas
y en absurdos miedos.
Inventó la muerte
para acabar con su miseria
y por otro lado,
la poesía para continuar viviendo.
Hubo hombres que, necesitando,
acudieron febrilmente a las palabras
y formaron con ellas
la innegable muestra
de la existencia de la especie.
Oh corazón que no te agitas,
todo lo que es y lo que ha sido
tiende y tenderá a ser poético.
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