Como lo he hecho saber ya a tres personas, se ha agotado el tiempo que puedo dedicarle a este proyecto cultural, al cual deseo muchos éxitos en las actividades que proyectan. El poema de la vida me lleva ahora al siguiente verso y es por gratitud a todos que escribo estas líneas, esperando que nuestra amistad, aunque ya no se de en la práctica del día al día, cristalice y perdure a lo largo y ancho de los años venideros.
Han sido meses bastante complicados para mí persona los que he vivido, sobre todo en este año y ahora que entiendo un poco más, algunas cuestiones que solían serme ajenas, puedo refrendar mi compromiso a las causas más elementales del ser humano que vive, trabaja, ama, disfruta, lucha y sufre en la realidad que vivimos.
No resulta fácil escribir en estos tiempos, luchando entre la censura indigna y la indignada, la expresión del pueblo que fluye por nosotros, ha de encontrar no pocos obstáculos entre las convulsiones sociales, la masificación de la banalidad y el natural cambio de los valores personales, morales, culturales y estéticos que propone el inicio de este siglo. Pero supongo que en ninguna era ha sido fácil esta tarea lóbrega y que la diferencia radica en la manera en que sepamos llevar los acontecimientos de lo que nos rodea.
El humanismo nunca será una apuesta equivocada y por ello es de aplaudir el esfuerzo de las personas que se han quedado a dirigir el foro, a pesar de no recibir la respuesta que en un inicio se esperaba. Me hubiese gustado aportar más en cuestiones financieras, técnicas, administrativas y sociales a la gran idea que dio origen al foro; pero las cuestiones personales y laborales me han podido más finalmente. Siento que me llama el arte y sería una gran necedad mía, el no asistir a su encuentro.
Siempre recordaré a los Herroldch, a los Alexis, a los Jseditar, jmm, Cantonuevo, Delforo y Capitán Blood, a los jgonzalom, a las Lap, Luisa y Dhrylia, a Helike que compartimos poco y también a Andrés y Mauro que fueron mis compañeros de cuerdas y de letras respectivamente. Agradezco el espacio para compartir y publicar; pero espero que comprendan la necesidad que tengo de intentar pasar por el cuchillo de las editoriales. La necesidad que tengo de sentirme en medio de la comodidad de dos pastas y el deseo, ya imperante de responder a la vocación que siento y por la que me inclino.
Lejos de llamar un fracaso a Cultura, lejos de nombrar decepción lo que ahora siento; creo que es una cuestión de realidades, que mucho podemos hacer por la defensa del arte, la cultura y la libre expresión de las personas y queda en el dorado azar lo que sucede. La moneda se decantó de un lado incierto y si en ustedes como en mí, arde la llama de la vida, solo se trata de tomarla entre los dedos y lanzarla nuevamente.
Saludos verdaderos y Grandes, Grandes abrazos para todos los pasados, presentes y futuros miembros de Cultura Para Todos.
Pablo Chavarría.