Crónicas de Viaje
Hay un lugar en La Mancha, de cuyo nombre siempre quiero acordarme. No por hablar de fantásticos eventos ni de largos viajes, por el amor bendecidos.
No quiero acordarme de su historia galante, de sus llanos color verde interminable; ni siquiera nombraré el blanco terciopelo que brota de sus fuentes.
Hablemos de su gente, sus pasiones. Es tan raro escribir sobre el alma de los pueblos, como vencer dragones y molinos con solamente lo mejor de nuestras vidas... Al bien hacer jamás le falta premio .
La próxima:
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