Pues te diré que también me recuerda mucho a mi municipio natal, en la República Dominicana, porque cuando mis primos y yo éramos niños, a comienzos de los años setenta, agarrábamos un pequeño palo, le colocábamos un trozo de papel con un orificio en el centro, y luego lo lanzábamos hacia arriba, donde había varias golondrinas revoloteando. Luego, estas pequeñas aves, que son muy juguetonas por naturaleza, de inmediato que veían el trozo de papel haciendo zig zag en el aire, empezaban a embestirlo justo por el agujero hasta que una de ellas quedaba atrapada con sus alas en medio del papel y, como consecuencia de ello, se precipitaban al suelo, lo cual aprovechábamos para atraparlas. Pero luego las dejábamos en libertad...¡Qué tiempos aquellos!...
¿A qué te acuerda una vaca?