No olvidemos tampoco el reciente incidente en el cual resultó afectado el presidente boliviano, Evo Morales, donde se violaron todos los tratados internacionales y demás normativas hacia la figura de un jefe de estado extranjero. Y es que pareciera que las leyes son buenas para unos, pero malas para otros; o dicho de otra manera: que las leyes pueden ser buenas o malas, dependiendo de las circunstancias y cómo estas afecten a los más poderosos. Luego, cabría preguntarse: ¿quién le dio derecho a los gobiernos de países como España, Portugal, Francia, Italia y El Reino Unido de Gran Bretaña, no sólo a violar la inmunidad del mandatario sudamericano, sino también a poner en riesgo la vida de éste, y la de sus acompañantes, al no permitírsele que su avión aterrizara en cualquiera de estos países y cargara combustible? Un acto como éste no puede menos que calificarse de arbitrario, abusivo, bochornoso y, a la par de ello, una cachetada en pleno rostro de nuestra América Latina. Es pues, una ofensa a nuestro gentilicio americano que no debe jamás pasarse por alto, ni mucho menos olvidarse. Y por si acaso allá, en el viejo mundo, lo están olvidando, Napoleón Bonaparte, Felipe II, Fernando VII y Carlos IV, ya no existen. Y de igual manera, las capitanías generales y demás colonias, son cosas del pasado.
Luego, a la hora de hablar de "respeto a las leyes" y "la democracia", los Estados Unidos y sus aliados no aplican el mismo rasero, sino el que más les conviene. Para ellos, "Había que llevar paz y democracia a naciones como Irak y Libia", y ahora a Siria; pero jamás han pensado lo mismo de naciones como Arabia Saudita, o los Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, donde no existen repúblicas independientes, sino más bien, monarquías absolutas. Entonces, ¿de qué democraciá nos vienen a hablar? Pero además, estos mismos que hoy siguen hablando de "leyes", "democracia" y de "respeto" a las instituciones y los tratados internacionales, tampoco lo pensaron dos veces para perpetrar aquel atentado, no sólo contra la vida de un jefe de estado extranjero (la del presidente Evo Morales), sino que igualmente, contra su dignidad...