Me habían llegado campanadas de esto... pero no quería creerlo.
Es curioso, alguna vez había pensado: ¿y el día que muera alguien que solo has conocido a través de foros, de charlas por messenger y skype, emails...? No, no llegué a hablar con él por teléfono... pues resulta que duele igual.
Como siempre en estos casos, siempre lamentas haber o no haber hecho algo. Lamento no haberte ido escribiendo más a menudo, lo siento, no he tenido o bien tiempo, o bien ganas. Al menos, la última charla la recuerdo como muchas otras anteriores (aunque siempre hubo alguna con sabor agridulce) fue agradable. Me quedo con eso, y con que siempre fuiste tú mismo, hasta el final por lo que leo.
Si existe el cielo (y sino también), besos "abuelito postizo".