El regalo de moda de estas Navidades es «un vale para pegarle un puñetazo a Rajoy»
El regalo de moda de estas Navidades es «un vale para pegarle un puñetazo a Rajoy»
Si la política es un arte, la de Rajoy debe ser arte contemporáneo, porque el pueblo no la entiende, se siente insultado, y paga un alto precio por ella. Las decisiones del presidente español le han convertido en un hombre muy odiado. Solo podría causar más rechazo si se vistiese de nazi y se dedicase a estrangular a todos los gatitos de los vídeos de Internet.
Pero los enemigos de Rajoy se extienden más allá de la oposición. Entre las propias filas del PP ya hay políticos que cuestionan a su presidente. Una de las medidas que genera más rebotados peperos es la reforma de la ley del aborto, que conseguirá que Londres sea esa ciudad a la que los españoles pobres van a servir cafés, y los españoles ricos a abortar.
Contra la reforma se han manifestado los presidentes de Extremadura y Galicia, así como la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. Solo falta que la puta gaviota del PP cobre vida para quejarse sobre la nueva ley contra el aborto.
Otro que le ha cantado las cuarenta a Rajoy es el presidente valenciano Alberto Fabra, descontento con el injusto trato que recibe su comunidad con la actual financiación autonómica. ¡Vaya! ¿Qué pasó con el legendario amor entre peperos valencianos y el Gobierno? ¿Se acabó la magia? ¿Se extinguió la pasión? No. Sencillamente, en la Comunidad Valenciana están arruinados y no tienen ni para comprar rodilleras y baberos. Y claro, sin ellas, es un poco incómodo seguir chupándosela al pez gordo.
Pero Rajoy tiene enemigos incluso más cercanos. Y no nos referimos al peluquero que le unta el pelo con un tinte más cantoso que el letrero luminoso de un puticlub. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, se niega a que los madrileños paguen más impuestos. No lo tiene nada fácil Mariano. A lo mejor lo que debería pedir a los Reyes Magos no son regalos, sino que se lleven algunos de sus muchos problemas.
FUENTE: El Jueves
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