Cultura para Todos
30 julio 2020, 17:12
Asalto al cielo. (Antología de poesía crítica)
https://i.postimg.cc/q7Fcv2jP/image.jpg
En el momento en que fue compilado este libro, muchos países de Latinoamérica, Oriente, Europa y Africa
se encontraban intervenidos por la diplomacia del dólar: en 1973 un golpe de Estado
no sorprende a Salvador Allende, ya había advertido sobre la injerencia norteameri¬
cana en las decisiones de su país. En Uruguay, la CIA apoya el golpe de Juan María
Bordaberry, ideando el “Plan Cóndor” desde 1970 hasta 1980 con la colaboración
de los gobiernos de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Bolivia. En Nicaragua la ul-
traderecha recibe dinero para financiar a sus grupos armados en la década de 1980-
1990 con el objetivo de derrocar al gobierno sandinista: dinero obtenido a través
de Irán, producto de la venta de armamento autorizada por el gobierno de Ronald
Reagan, operación conocida como Irán-Contra. Una dictadura transversal en todo el
continente suramericano y parte del Caribe se configura desde los Estados Unidos.
Libia es bombardeada en 1986, destruyendo varias bases militares “terroristas”;
también Panamá en 1989, Iraq en 1998 (la segunda invasión es en el 2003), Serbia
en 1999 y Afganistán en 2001.
En el 2002 apoyan el golpe de Estado contra Hugo Chávez (neutralizado en me¬
nos de 48 horas por la intervención directa del pueblo). En el 2009 dirigen y finan¬
cian el golpe de Estado en Honduras y oficializan las bases militares en Colombia;
más recientemente, aprovechan el terremoto del 2010 en Haití para formar otra
base en El Caribe. En fin, ven las ganancias hasta en las desgracias naturales. Palestina
aún sigue inédita y cotidiana en su dolor (jamás nos acostumbraremos a ese grito),
causado por Israel y los Estados Unidos. ¿Quién es Caín y quién es Abel? La lista es
interminable.
A nadie puede ocultarse que una antología de poemas revolucionarios de todo el
mundo y de todos los tiempos habría requerido una masa colosal de papel impreso,
inadmisible en un volumen como el presente. Adoptamos por ello una restricción
que adquiere, sin embargo, cierto honor simbólico, pues nos permite abarcar dos
grandes fechas de la historia contemporánea: el año 1848, que abre la antología y
en que “un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”, y se publica el
célebre Manifiesto, y la fecha que la cierra, aquella en que estalla la gran revolución
de 1917, cuando las banderas del socialismo y el comunismo ondearon por primera
vez en un palacio oficial y quedó establecido de modo irreversible el primer Estado
obrero y campesino del mundo.
Alabado Dios nuestro...
Dios mío, Dios justiciero,
no tú que en el cielo estás,
sino tú, Dios, que en mí entero
vives y la luz me das.
No tú, ante quien de hinojos
las monjas y los prelados
prenden cirios a tus ojos,
bestias de ortodoxia hinchados.
No tú quien de barro creó
al hombre y a la mujer
y al ser humano dejó
esclavo en la tierra ser.
No tú, que a papas, patriarcas
y reyes tiendes las manos
y con la desdicha marcas
a mis humildes hermanos.
No tú, que al esclavo cuentas
rezos, dolor y añoranza
y hasta morir lo alimentas
sólo de vana esperanza.
No tú, Dios de la mentira,
de miserables tiranos,
no tú, fetiche que inspiras
la opresión de los humanos.
Sino tú, Dios del decoro,
de los esclavos guardián,
a quien los pueblos en coro
gran ñesta celebrarán.
Inspíranos amor vivo
por la libertad, señor,
y que combata el cautivo
a su amo, y sea vencedor.
¡Haz que mi brazo sea fuerte
cuando se rebele el siervo
y que encuentre yo la muerte
en ese combate acerbo!
pdf (1.56 MB)
***Contenido oculto. Abra la versión completa del tema para visualizar los enlaces.***
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En el momento en que fue compilado este libro, muchos países de Latinoamérica, Oriente, Europa y Africa
se encontraban intervenidos por la diplomacia del dólar: en 1973 un golpe de Estado
no sorprende a Salvador Allende, ya había advertido sobre la injerencia norteameri¬
cana en las decisiones de su país. En Uruguay, la CIA apoya el golpe de Juan María
Bordaberry, ideando el “Plan Cóndor” desde 1970 hasta 1980 con la colaboración
de los gobiernos de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Bolivia. En Nicaragua la ul-
traderecha recibe dinero para financiar a sus grupos armados en la década de 1980-
1990 con el objetivo de derrocar al gobierno sandinista: dinero obtenido a través
de Irán, producto de la venta de armamento autorizada por el gobierno de Ronald
Reagan, operación conocida como Irán-Contra. Una dictadura transversal en todo el
continente suramericano y parte del Caribe se configura desde los Estados Unidos.
Libia es bombardeada en 1986, destruyendo varias bases militares “terroristas”;
también Panamá en 1989, Iraq en 1998 (la segunda invasión es en el 2003), Serbia
en 1999 y Afganistán en 2001.
En el 2002 apoyan el golpe de Estado contra Hugo Chávez (neutralizado en me¬
nos de 48 horas por la intervención directa del pueblo). En el 2009 dirigen y finan¬
cian el golpe de Estado en Honduras y oficializan las bases militares en Colombia;
más recientemente, aprovechan el terremoto del 2010 en Haití para formar otra
base en El Caribe. En fin, ven las ganancias hasta en las desgracias naturales. Palestina
aún sigue inédita y cotidiana en su dolor (jamás nos acostumbraremos a ese grito),
causado por Israel y los Estados Unidos. ¿Quién es Caín y quién es Abel? La lista es
interminable.
A nadie puede ocultarse que una antología de poemas revolucionarios de todo el
mundo y de todos los tiempos habría requerido una masa colosal de papel impreso,
inadmisible en un volumen como el presente. Adoptamos por ello una restricción
que adquiere, sin embargo, cierto honor simbólico, pues nos permite abarcar dos
grandes fechas de la historia contemporánea: el año 1848, que abre la antología y
en que “un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”, y se publica el
célebre Manifiesto, y la fecha que la cierra, aquella en que estalla la gran revolución
de 1917, cuando las banderas del socialismo y el comunismo ondearon por primera
vez en un palacio oficial y quedó establecido de modo irreversible el primer Estado
obrero y campesino del mundo.
Alabado Dios nuestro...
Dios mío, Dios justiciero,
no tú que en el cielo estás,
sino tú, Dios, que en mí entero
vives y la luz me das.
No tú, ante quien de hinojos
las monjas y los prelados
prenden cirios a tus ojos,
bestias de ortodoxia hinchados.
No tú quien de barro creó
al hombre y a la mujer
y al ser humano dejó
esclavo en la tierra ser.
No tú, que a papas, patriarcas
y reyes tiendes las manos
y con la desdicha marcas
a mis humildes hermanos.
No tú, que al esclavo cuentas
rezos, dolor y añoranza
y hasta morir lo alimentas
sólo de vana esperanza.
No tú, Dios de la mentira,
de miserables tiranos,
no tú, fetiche que inspiras
la opresión de los humanos.
Sino tú, Dios del decoro,
de los esclavos guardián,
a quien los pueblos en coro
gran ñesta celebrarán.
Inspíranos amor vivo
por la libertad, señor,
y que combata el cautivo
a su amo, y sea vencedor.
¡Haz que mi brazo sea fuerte
cuando se rebele el siervo
y que encuentre yo la muerte
en ese combate acerbo!
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