Hay cosas que sólo parecen... pero no son. Y hay algunas cosas que son y que no lo parecen; también existen las que no son y ni siquiera parecieran serlo. ¡Uf! Vaya odiosas.
De tanto parecer, algunas cosas parecen llegar a ser... pero no lo son; porque las cosas que son, no necesitan parecerse a nada. Así, el Son guatemalteco no es igual que el Son cubano, los dos son sones; pero compararlos no tendría ni ton, ni son. Hay cosas que solo se parecen a sí mismas ¡Ah! sí, esas son las mejores: aquellas que parecen serlo y que además, lo logran; porque en el ejercicio de ser cualquier cosa nada se parece a la palabra cosa. ¿No les parece?
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