Lo que me apetece en este momento es que pueda apetecerme el momento, que no vague errante como “alma en pena”, que los días dejen de ser solo fechas de calendario que llegan y se van sin hacer ruido, dejándome totalmente frio e indiferente, y lo que es peor, vacío. Sí, así es como me siento la mayor parte del tiempo: vacío, despojado de todo lo que fui, de todo lo que me hacía levantarme por las mañanas con la ilusión de seguir adelante, exhausto de luchar y no llegar a ningún sitio, a ninguna conclusión.
Por eso me quiero aferrar a ti, porque quiero que todo vuelva a tener sentido, que por fin pueda completar el puzle que tengo “entre manos”.