Debajo del cielo, encima del mundo .... nuestros espíritus volarán como palomas.
“No son los muertos los que en dulce calma …..” dijera el poeta.
Los cuerpos etéreos que abandonarán nuestra forma corruptible serán incontrastable prueba de que la muerte sólo acecha a los prisioneros de la carne. Se deslizarán pacíficamente entre quienes amamos, amparando sus vidas biológicas y ayudándolos a trasformarse en energía, estado superior de la materia.
“Nada se pierde. Todo se transforma”.
¿Por qué este hálito que nos anima habría de ser lo único que desaparezca? Se transformará en algo libre de trabas, que alcanzará los niveles superiores de existencia.
Enfrentado a mi salida de este mundo prefiero creer que encontraré una vida tan natural como la actual, sin dioses molestos que nos impongan nada y “sabiendo” que nos encontraremos más allá..
Piénsalo ….. si morir es terminar, me iré feliz y nunca sabré que estaba equivocado …..
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