No entiendo qué pasa esta vez, que todos parecen haberse "borrado" .......... apúrense, amigos ......... o extiendan el plazo .........
Y en plena oscuridad, se encendió una luz. Era mi amada.
Debía ser prudente. Si me encontraban quedaría cual Montesco capturado por Capuletos, perspectiva no especialmente simpática.
Más su silueta en el balcón derrotó mi cobardía. Envuelta en sedas, adivinaba sus incipientes formas y el deseo desenfrenado me poseía. Al trasluz, sus redondeces alimentaban mis fantasías perversas y mi imaginación exaltada planeaba practicar todo el Kama Sutra.
Trepé tronco y ramas del árbol que llevaba a su gineceo, murmurando falsedades sobre mis sanas intenciones y prometiendo cambiar hasta mi nombre si lograba la luz de su mirada, que empalidecía toda luminaria celeste. Las mujeres anhelan creerse eso.
Mis garras tanteaban casi su turgente seno cuando la voz de su nodriza la salvó de males mayores, advirtiendo la llegada de su madre. Lascivo y lujurioso, prometí volver.
Ojalá Shakespeare sea un buen asesor de imagen ….. o Julieta verá que soy un truhán y me sacará corriendo.
Romeo Montesco. . . . . . . . . . . . . . .