Sentado en esa banca, solo pensaba en ella y en los últimos acontecimientos ocurridos. El hermoso paisaje que tenia frente a mi, que tantas veces habia contemplado a su lado, rodeado de tanta belleza me sentia bello.
Ahora, sin embargo, todo habia cambiado, aquel cuadro se habia quedado sin brillo, la tristeza melancolica por su ausencia, habia transformado la riqueza visual en austeridad. Era un fiel reflejo de como sentia las cosas interiormente. Mi corazón estaba hecho un puzle que solamente mi autoestima era capaz de reconstruir, pero esta, al menos por el momento, ni estaba ni se le esparaba.